Ahora y siempre, los colores de la bandera nacional simbolizan la libertad y la indomabilidad de los ucranianos. El azul y el amarillo están en nuestra ropa, en las ventanas de las casas e incluso en los pilares y las vallas de los territorios temporalmente ocupados. Este bicolor, que recuerda tanto a un campo de trigo bajo un cielo despejado, hace que los ucranianos sean reconocibles en el extranjero y ayuda a identificar a los nuestros en Ucrania. En tiempos difíciles, la bandera nacional unía a los ucranianos no solo con la gente moderna, sino también con los antepasados, que lucharon por la independencia de su tierra natal con el precio de sus propias vidas.
La bandera ucraniana apareció en el siglo XIII y después de siglos de opresión cobró una nueva vida: personificando la esperanza de los ucranianos de construir su propio estado, finalmente se convirtió en la bandera de un país soberano. Al sobrevivir 70 años de prohibiciones durante la ocupación soviética, la bandera se alzó nuevamente sobre Ucrania en 1991. Desde entonces, bajo sus colores, los ucranianos llevaron a cabo tres revoluciones, volaron al espacio, marcaron su presencia en la Antártida, ganaron tres Eurovisiones, obtuvieron numerosas victorias deportivas, pero la victoria más importante todavía está por delante. Y también vamos hacia ella con la bandera azul y amarilla.
Casi ocho siglos de historia
La aparición de unos u otros colores en las banderas nacionales a menudo suele ser un fenómeno aleatorio, que se forma bajo la coincidencia de una serie de circunstancias históricas. Ya con el tiempo, se fija una disposición precisa de los colores y las imágenes (si las hay), y también se especifica su significado simbólico. La primera mención histórica sobre la combinación del amarillo y azul en la bandera en el territorio de Ucrania data en el año 1256, cuando fue fundado Lviv. En el escudo de armas de la ciudad habia un león amarillo caminando cerca de unos pórticos de oro sobre un fondo azul.
Con el tiempo, las banderas triangulares de forma de cuña con los colores azul y amarillo tuvieron expansión entre los cosacos: desde el siglo XVIII las banderas de los regimientos y sotnias cosacas se elaboraban con telas azules, en las que pintaban estrellas, cruces y armas con pintura amarilla. A pesar de que fue precisamente el gobierno zarista ruso quien aniquiló la Sich de Zaporiyia, las banderas cosacas se conservaron en el museo Hermitage de San Petersburgo hasta la Segunda Guerra Mundial. En uno de ellos, por ejemplo, el arcángel Miguel, el protector de los militares y caballeros y el santo patrón de Kyiv, fue representado con una coraza dorada y pantalones azules.
El 25 junio de 1848, bajo la bandera azul y amarilla se rebelaron los insurgentes en Lviv, que aspiraban al reconocimiento de Ucrania por parte del legítimo gobierno austríaco. El levantamiento fue reprimido y, sin embargo, llegó a presenciar los brotes de una nueva ola del levantamiento nacional, y entre los años 1917-1921, los colores azules y amarillos se conservaron en las banderas del Hetmanato cosaco, el Directorio de Ucraniana, la República Popular de Ucrania y la República Popular de Ucrania Occidental. Es importante lo que descubrieron los historiadores: fue precisamente en 1848 cuando se estableció la combinación de colores azul y amarillo como colores nacionales ucranianos (en el contexto moderno). Y en 1918, un acto legislativo finalmente determinó el orden de los colores de la bandera como azul y amarillo.
Por cierto, la irregularidad de su uso y denominación (por ejemplo, “blakytniyi” y “syniy”) hasta ahora es un hecho, que tomaron como base de sus mitos aquellos, que están en contra de Ucrania y el desarrollo de su estado. Tales provocaciones informativas pasan incluso después de los 2000, cuando parece que ya hay mucho contenido educativo que refuta estas ficciones. Digamos, que en mayo del 2016 y luego en agosto del 2022 (!), se crearon peticiones con demanda de invertir los colores de la bandera ucraniana y supuestamente volver a las fuentes históricas. Bastantes discusiones sobre este tipo de especulaciones aparecían de vez en cuando incluso en los reportajes de los canales de televisión.
El artefacto de una bandera de 1917, cuando fue proclamada la autonomía de Ucrania, hoy en día se guarda en el Museo Nacional de Historia de Ucrania en el sector de la Segunda Guerra Mundial. Esta es la bandera azul y amarilla más antigua que se conserva.
En los tiempos soviéticos, la conservación y la honoración de la bandera ucraniana provocaban el peligro de encarcelamiento en una prisión o un hospital psiquiátrico. A pesar de la amenaza, los ucranianos conscientes, acariciando el sueño de la independencia, guardaban los símbolos nacionales, en particular la bandera. Digamos, que la respetaban los revolucionarios de la Organización de Nacionalistas Ucranianos y el Ejército Insurgente Ucraniano, los artistas usaban con cuidado el azul y el amarillo en sus cuadros y las bordadoras, como recuerda la experta en artes Diana Klochko, elegían hilos de esos colores para su trabajo. Ella dice que en su pueblo Kozyn en Polissia, las mujeres mayores, cuando enseñaban almohadas recién bordadas, presumían de que “aunque sea poco, pero hice azul y amarillo”.
Las autoridades soviéticas castigaban por la bandera ucraniana, considerándola un ejemplo de desobediencia civil. Así, a la mañana del 1 de mayo de 1966, antes del tradicional desfile soviético del Día del Trabajo, los trabajadores de la entonces fábrica Bilshovik (desde 2018, la Primera Fábrica de Ingeniería Mecánica de Kyiv) y los estudiantes del Instituto de Economía Nacional de Kyiv (actualmente la Universidad Nacional de Economía de Kyiv en nombre de Vadym Getman), situada cerca de la fábrica, en lugar de la bandera roja de la URSS, vieron la bandera azul y amarilla. Fue un suceso resonante del que se ocupó KGB. Nueve meses después, detuvieron a los hombres que colgaron la bandera: al estudiante del departamento nocturno de la universidad Georgiy Moskalenko y al trabajador de la fábrica Victor Kuksa. Recibieron 3 y 2 años de campamentos de régimen estricto.
El Comité para la Seguridad del Estado (KGB)
El órgano de la administración estatal de la URSS, cuyas tareas principales eran la inteligencia, la contrainteligencia, la lucha contra el nacionalismo, el movimiento disidente y la actividad antisoviética. En la Federación Rusa,el FSB (Servicio Federal de Seguridad) se convirtió en el sucesor de la KGB.Diana Klochko recuerda cómo cambiaba su percepción de los colores nacionales. Ya que ella nació en la URSS en la mitad del siglo XX, la mayor parte de su vida estuvo convencida de que el color rojo es el más festivo:
— La mitología del rojo, como la sangre derramada en los combates y revoluciones por el estado, “se adentraba” profundamente en el subconsciente en todos los niveles, hasta resaltar las palabras sobre la “bandera roja” en la obra “Palabras sobre el camino de Igor”.
“Palabras sobre el camino de Igor”
Conmemoración de la literatura de antigua Rus e idioma ucraniano de finales del siglo XII sobre el camino de knyaz Igor de Novgorod-Sívershchyna hacia los cumanos en el año 1185.Cuando la experta en artes vio las primeras banderas ucranianas al principio de los 90, cosidas a mano en las máquinas caseras, comenzó a interesarse por ella y hasta el 2004 las consideraba como un fenómeno cultural. Sin embargo, durante la Revolución Naranja su percepción de la bandera ucraniana cambió:
Revolución Naranja
Protestas pacíficas (22.04.2002- 23.01.2005) con la reclamación de cancelar los resultados falsificados de las elecciones presidenciales, en las que presuntamente ganó Víctor Yanukovich, y apoyar a Víctor Yúshchenko. Acabó con la victoria de los protestantes.— Cuando vi en la Plaza de la Independencia la mayoría de la gente con las banderas nacionales, que llegó a protestar en contra de la falsificación de las elecciones, entonces estaba claro que la bandera para la ciudadanía de la Ucrania independiente se convirtió en un símbolo de la recuperación de la verdad y la lucha por ella.
Y eso es lo que la experta recuerda sobre el significado de la bandera durante la Revolución de la Dignidad:
Revolución de la Dignidad
Protestas pacíficas nacionales de los ucranianos en contra del curso ruso de desarrollo del país. Después de la dispersión física se volvió una campaña constante en contra de la usurpación del gobierno. Oficialmente están establecidas 107 víctimas de la Revolución a las que llaman La Centena Celestial.— El 1 de diciembre de 2013 salí en la estación de metro Plaza de Lev Tólstoi (en Kyiv. — Ed.) para ir al víche cerca de la estatua de Taras Shevchenko. No me asusté por un espacio lleno a rebosar de gente. El cántico del himno nacional y las numerosas banderas azules y amarillas, que sujetaba la ciudadanía de Kyiv, moviendo hacia arriba, traían esperanzas de que nosotros ganaremos. Lo sé: con esta bandera, nosotros, la nación de Ucrania, seguiremos ganando en adelante.
Foto: Maksym Dondyuk
La bandera ucraniana: en la tierra, en el mar, en el espacio
En la víspera de la declaración de la independencia en 1989, los patriotas ucranianos izaron repetidamente la bandera azul y amarilla en el festival musical Chervona Ruta en Chernivtsí, desafiando a los policías que intentaron quitarla y romperla. El 21 de enero de 1990, durante el acto la “Cadena viva”, 3 millones de ucranianos salieron en masa por primera vez desde Ivano Frankivsk hasta Kyiv con las banderas azules y amarillas hechas a mano, para proclamar la unión de Ucrania.
Tras la proclamación de la independencia, el 18 de septiembre de 1991, el Presidium de la Rada Suprema de Ucrania fijó jurídicamente el estatus del bicolor azul y amarillo como los colores de la bandera oficial de Ucrania.
El poeta Andrii Kostynskyi recuerda cómo él se alegraba por la bandera, el himno y el escudo de armas, que se convirtieron en los símbolos oficialmente reconocidos de Ucrania.
— Me alegraba por los colores, por el amarillo y azul pacíficos en vez del rojo, que en la simbólica soviética tenía el significado de la sangre. El cielo y el pan son lo que tenemos en el corazón, tanto en el cielo como en la tierra, el pan nuestro de cada día y el cielo de la libertad.
En el mar, la bandera ucraniana fue izada por primera vez durante los tiempos de la independencia el 12 de febrero de 1992, en un buque mercante en el puerto español de Valencia. Fue iniciativa de Vyacheslav Kyslovskyi, el capitán del barco de motor “Kremenchuk”. El contramaestre cosió la bandera azul y amarilla de dos banderas de señales y la instaló en el barco.
La bandera ucraniana se alzaba también en el espacio. El 19 de noviembre de 1997, el astronauta ucraniano Leonid Kadenyuk a bordo del transbordador “Columbia” durante la expedición STS-87 a una altitud de 279 km desplegó por primera vez la bandera nacional sobre la Tierra.
Durante la Revolución Naranja (noviembre de 2004 – enero de 2005) y la Revolución de la Dignidad (noviembre de 2013 – febrero de 2014) el bicolor nacional sirvió como símbolo de unión de los manifestantes, que no aceptaban el vector ruso en el desarrollo de Ucrania, que por aquel entonces imponía el gobierno. Por lo tanto, la bandera ucraniana es para siempre la confirmación de la voluntad y la integración del país en el contexto europeo. Con el comienzo de la guerra rusa en 2014 y su transición hacia la guerra a gran escala en 2022, la bandera nacional sirve invariablemente como un poderoso símbolo de resistencia, una especie de código de colores de los ucranianos que nunca, bajo ninguna circunstancia, entregarán sus tierras a los invasores.
Volodymyr Maglena, el cura de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, comparte cómo ha cambiado su actitud hacia la bandera ucraniana desde que el ejército ruso invadió el este de Ucrania y ocupó temporalmente la península de Crimea:
— Cuando la guerra llegó a mi Stajánov (después de la descomunización, Kadyivka en la región de Donetsk. — Ed.) en 2014, ésta se volvió vacía, porque desaparecieron las banderas ucranianas y las banderas de los coches y los edificios. Y fue aterrador, aunque no hubo bombardeos ni explosiones. Así es como los rusos mataron mi ciudad. Y cuando llegué a Starobilsk y vi la bandera ucraniana, lloré. No me avergüenzo de decirlo. Porque la bandera es el corazón y el alma de Ucrania.
Los defensores ucranianos siempre llevan la bandera como galones en su uniforme o incluso la instalan en las trincheras o refugios. El sargento mayor, Iván Savelyev de Kyiv, que defiende Ucrania desde 2014, enseña las imágenes de su pulsera-bandera:
— Estas dos fotos tienen una diferencia de ocho años. Esta es mi bandera, que siempre está conmigo. En pólvora, aceite para armas e incluso sangre.
La bandera nacional está con los ucranianos tanto en la pena como en la alegría. Guardan cuidadosamente las banderas ensangrentadas del este desde 2014, y ahora, en 2022, ya de los territorios desocupados. Con la bandera ucraniana se cubren los ataúdes de los defensores ucranianos que dieron su vida en la lucha por la independencia de Ucrania. También están aquellos que, incluso sin luchar en el frente, arriesgaron o incluso pagaron con su vida, porque se consideraban ucranianos. Así, en 2014 los soldados contratados de la autoproclamada República Popular de Donetsk envolvieron a la voluntaria Iryna Dovgan en la bandera ucraniana y la torturaron. Ese mismo año, torturaron hasta la muerte al diputado del ayuntamiento de Górlivka, Volodymyr Rybak, porque quiso quitar la bandera de los ocupantes del edificio del ayuntamiento para devolver en su lugar la ucraniana.
Foto: Mauricio Lima
La bandera ucraniana irrita a Rusia porque es un recordatorio constante de que Ucrania no es su colonia, sino un estado soberano separado. “¡Pero si es una bandera azul y amarilla! ¡Llamad urgente a la policía! ¡A los psiquiatras!”, así es como reaccionaron los empleados del museo del Hermitage ante la inesperada performance silenciosa de la artista ucraniana Maria Kulikovska. En 2014, durante la exposición europea “Manifesta 10”, la joven se envolvió en la bandera ucraniana y estuvo tumbada en las escaleras como si estuviera muerta durante media hora. A la mujer le amenazaron en todos los sentidos, pero al final la dejaron ir.
La bandera nacional es el marcador de la identidad ucraniana y su independencia, que a veces cuestan mucha sangre. Durante la guerra a gran escala, las personas en las poblaciones de los territorios temporalmente ocupados salían valientemente a las manifestaciones pacíficas y antimilitares, envueltas en su bicolor nativos. Lo hacían conscientemente para demostrar a los ocupantes que aquí nadie les espera. Incluso la represión violenta de tales protestas, por ejemplo, en Jersón todavía ocupado, no detuvo la resistencia de los ucranianos y no los obligó a renunciar a la bandera.
La bandera ucraniana inspira también a aquellos, que hoy en día se ocupan de la restauración del país. Esto es lo que dice el ingeniero constructor Igor Tsirulnikov:
— La bandera es el símbolo del país. Como nos enseñaron: el azul es el cielo, y el amarillo es el campo de trigo. El típico paisaje periférico de Ucrania. La bandera de Ucrania es otro de los símbolos de mi autoidentificación. Al utilizarla, tengo la oportunidad de enfatizar mi punto de vista y mi forma de ver el mundo.