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Desde el 22 de marzo de 2022, en las plazas de varios países del mundo se lleva a cabo la campaña #SaveMariupol en apoyo a la ciudad ucraniana de Mariúpol, que es rodeada y metódicamente destruida por el ejército ruso. La campaña empezó en Praga, donde la gente acudió al Teatro Nacional Checo con las banderas ucranianas y velas para formar la palabra «NIÑOS», la palabra que debía haber protegido a la gente en el Teatro de Drama de Mariúpol de los ataques aéreos. Durante el último mes, campañas similares fueron organizadas en Tbilisi, Chisináu, Viena, Bruselas, Limassol, Lárnaca, Dunedin, Bratislava, Zúrich, Košice y otras ciudades.

En 2014, Mariúpol se convirtió en el símbolo de la resistencia ucraniana y Donbas desarrollado, porque no se rindió a la ocupación rusa y siguió siendo parte de Ucrania.

13 de junio de 2014
Mariúpol fue liberada de los ocupantes rusos, quienes se apoderaron de la ciudad a principios de abril de 2014. En la operación de su liberación participaron los combatientes de «Azov», dos subunidades del batallón «Dnipro-1», 1ra brigada de la Guardia Nacional y soldados de la 79ª Brigada Destacada de Asalto.

En 2022, Mariúpol es un símbolo del sufrimiento de la Ucrania ocupada. Desde el 1 de marzo, la ciudad portuaria industrial está bajo asedio: las tropas rusas rodearon Mariúpol por todos los lados. Cientos de miles de personas se encuentran allí bajo constantes bombardeos sin tener acceso a agua, calefacción ni comida, sin señal móvil y sin posibilidad de salir de la ciudad de forma segura.

La ocupación rusa ha causado una catástrofe humanitaria enorme en Mariúpol y sistemáticamente mata a su población civil. Es un genocidio de los ucranianos, ciudadanos de Mariúpol. Al 13 de abril, según las estimaciones de las autoridades locales, unas 100 mil personas todavía permanecen en la ciudad.

El 17 de abril, el Ayuntamiento de Mariúpol informó que las casas de 84 mil ciudadanos de Mariúpol fueron completamente destruidas: el 40% de los edificios residenciales o alrededor de 2 millones de metros cuadrados.

Se estima que más de 10 mil personas han muerto en la ciudad desde el comienzo de la invasión, entre ellos hay más de 100 niños. Actualmente es imposible determinar el número exacto de víctimas.

Los ocupantes también están deportando ucranianos. Desde principios de abril, más de 40 mil personas han sido deportadas a la fuerza desde Mariúpol al territorio ruso o a la llamada República Popular de Donetsk (RPD). Los civiles están siendo enviados a un campamento de filtración en Novoazovsk. La filtración es muy estricta: toman las huellas dactilares, datos biométricos, obligan a firmar varios documentos. Además, los soldados rusos llevaron crematorios móviles a Mariúpol para quemar los cuerpos de los civiles muertos y así ocultar sus crímenes de guerra.

En la mañana del 16 de marzo, aviones enemigos bombardearon el teatro de Mariúpol, donde en ese momento se escondían de los bombardeos unos 1300 civiles. Se estima que alrededor de 300 personas murieron ahí. Los voluntarios del teatro escribieron en ruso la palabra «NIÑOS» a ambos lados del edificio sobre el asfalto para advertir a los ocupantes en su idioma de que había niños refugiándose ahí e instarles a que no le dispararan, pero esto no detuvo a los rusos. El Teatro de Drama de Mariúpol, bombardeado y destruido, se convirtió en una prueba de la crueldad y el cinismo del ejército ruso.

Praga, República Checa

Este crimen de guerra cometido por Rusia ha afectado al mundo entero. El 22 de marzo los activistas de la iniciativa checa Stojíme za Ukrajinou organizaron un evento frente al Teatro Nacional Checo de Praga. Formaron las palabras «NIÑOS» y #SaveMariupol con velas. Así, la capital de la República Checa se convirtió en la primera ciudad de Europa que apoyó a Mariúpol.

Posteriormente, la acción fue recreada por las comunidades teatrales de Polonia, Eslovaquia, República Checa y otros países europeos.

Khrystyna Kulakovska, periodista y fotógrafa nacida en Mariúpol, pidió permiso a los activistas de la iniciativa Stojíme za Ukrajinou para seguir con la campaña y continúa organizando #SaveMariupol hoy en todo el mundo. A través de la comunidad teatral, las diásporas ucranianas y las organizaciones de voluntarios, Khrystyna encuentra a activistas locales, que ayudan a organizar la iniciativa en su ciudad.

Durante las primeras semanas de abril, Khrystyna, junto con los ucranianos que se sumaron a la iniciativa en sus ciudades, lograron organizar campañas en Tbilisi, Chisináu, Viena, Dunedin, Limassol, Lárnaca y Bratislava. Los próximos eventos tendrán lugar en Lisboa y Copenhague.

Khrystyna Kulakovska, periodista, fotógrafa

«Nací en Mariúpol y viví allí hasta el 2004. Mi abuela ha vivido en Mariúpol toda su vida, su casa se quemó a causa de los bombardeos rusos. Mis amigos estuvieron dos semanas en la ciudad sitiada y solo el 16 de marzo lograron salir. No he podido contactar con mis tíos que viven ahí en todo este tiempo. Me duele el corazón por Mariúpol y su medio millón de habitantes. La ciudad ha cambiado mucho en los últimos ocho años y se ha convertido en un ejemplo de cómo una ciudad industrial del Este puede convertirse en un centro cultural con festivales de arte, proyectos educativos y la primera iglesia del mundo pintada con Petrykivka. Hoy, Mariúpol está destruido al 90%».

Viena, Austria

Lidia Akryshora, organizadora de la campaña en Viena, agregada de prensa de la Sociedad de los Jovenes Ucranianos en Austria

«Las dimensiones siempre son más fáciles de imaginar en comparación con lo que realmente amas. Mi pequeño pueblo de montaña, donde nací y al que quiero mucho, tiene unos 5 mil habitantes. Mariúpol, una hermosa ciudad portuaria, tiene una población de alrededor de 450 mil habitantes, tres veces más que Salzburgo, por ejemplo, una ciudad conocida y querida por todos. A pesar de los continuos bombardeos, unos 30 mil lograron salir. Es decir, unas tres ciudades de Salzburgo desde hace dos meses no tienen ni día, ni noche, ni vida normal. Por favor, piense siempre en esto cuando la tentación del diálogo entre ucranianos y rusos, o los llamamientos a la paz inmediata se le vengan a la cabeza. Creo que no hay otra nación en el mundo ahora que sueña más con un banal cielo pacifico sobre su cabeza que los ucranianos.

Durante demasiado tiempo pensamos que esto estaba muy lejos, que no nos afectará, que no es importante. Es importante no perder la sensibilidad ante este tipo de cosas. Refréscate a ti mismo y a tus sentimientos, ponte del lado del bien y ayuda a vencer el mal. No mires hacia otro lado.

No creo que mucha gente pensaría así (¿que hubiera pasado?) si la Ópera de Viena hubiera sido bombardeada de esa manera. Cuando realmente lo sientes e imaginas en tu vida, se vuelve más difícil justificar el «diálogo pacífico», «no todo es tan claro con la detención del suministro de gas, porque será más caro, no habrá trabajo etc.», «oh, en Rusia es tan difícil protestar contra el régimen totalitario».

Limassol, Chipre

Katya Maslenkova, organizadora de la campaña en Chipre

«Me pareció muy simbólico organizar la campaña en el lugar donde hay un mar y un teatro, como en Mariúpol. Honrar a los adultos y niños fallecidos, y llamar la atención de la gente a la ciudad que está bajo uno de los asedios más grandes del siglo XXI.

Después de las acciones prorrusas en Chipre (a principios de abril en Chipre, los activistas pagados organizaron una manifestación en apoyo a Rusia bajo el lema «Detengamos el neonazismo junto con Rusia») queríamos organizar un evento grande y acogedor para apoyar a Ucrania. Mis amigos y la comunidad ucraniana en Chipre me ayudaron con esto. Durante la campaña logramos reunir más de 230 firmas para la expulsión de los diplomáticos rusos de Chipre y cubrir el evento con la ayuda de los medios locales».

Ivane Kurasbediani, organizador de la campaña en Tbilisi, actor del Teatro de Griboyédov

«Hoy, cuando se está llevando a cabo una invasión absolutamente criminal del ejército ruso en el territorio de la soberana Ucrania, ¡guardar silencio (o peor aún, tratarlo a la ligera) es simplemente un crimen atroz! Mientras que nuestras instituciones estatales, en mi opinión, solo fingen estar preocupadas y lo hacen por cumplir, nuestro pueblo expresa su apoyo a los ucranianos en todas partes: en las calles, en los balcones de los edificios residenciales, en los teatros, en los estadios durante los partidos oficiales, en las instituciones educativas, en los bares, discotecas, pueblos, carreteras, gasolineras, etc. Estoy convencido que, gracias a los esfuerzos del pueblo y el ejército ucraniano, así como el apoyo de todo el mundo progresista, se detendrá esta guerra, este mal en forma del ejército ruso. El Teatro de Griboyédov ha realizado varias giras en Ucrania. Conozco muy bien a esta gente, tengo muchos amigos allí, mi abuela es ucraniana, mi padre nació y pasó su infancia en la región de Sumy. Por eso era importante para mí expresar mi apoyo. ¡Ucrania es invencible! ¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!»

Diana Derevyanko, organizadora de la campaña en Chisináu

«Desde los primeros días salimos a protestar frente a la Embajada de la Federación Rusa en apoyo a Ucrania. Es importante que todos nosotros en Moldavia prestemos atención a lo que está pasando en Ucrania, donde mueren no solo militares, sino también civiles y niños. Especialmente después de las noticias sobre Bucha y Mariúpol. Vivimos en un tiempo increíble, trágico y asombroso al mismo tiempo. Este tipo de acciones nos unen increíblemente dentro del país, y así descubres aún más sobre tu sociedad con este apoyo».

Chisináu, República de Moldavia

¡Mariúpol necesita ser desbloqueada! El ejército ucraniano necesita armas para proteger a nuestros niños, para liberar Mariúpol y su gente.

Amigos de los teatros europeos y mundiales, ucranianos en el extranjero: os pedimos apoyar la campaña #SaveMariupol.

Es importante seguir llamando la atención de la gente y de los líderes mundiales sobre el genocidio del pueblo ucraniano y la situación crítica en Mariúpol.

Para obtener todos los detalles sobre la campaña, comuníquese con: [email protected]

El material ha sido preparado por

Fundador de Ukraїner:

Bogdán Logvynenko

Autora:

Jrystyna Kulakovska

Jefa de redacción en ucraniano:

Yevgenia Sapóshnykova

Editorial:

Anastasía Gulkó

Editor de fotos:

Yurii Stefanyak

Administradora de contenido:

Yana Rusyna

Traducción:

Alla Mialo

Svitlana Kazakova

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