La invasión de Rusia a Ucrania podría desencadenar una crisis alimentaria mundial. El ejército ruso bombardea constantemente áreas importantes de cultivos, así como los principales puertos marítimos de Ucrania. El secretario general de la ONU dijo que, debido a la falta de alimentos ucranianos, el mundo podría estar al borde de una catástrofe humanitaria.
Ucrania y Rusia han sido tradicionalmente jugadores importantes en el mercado agrícola mundial. Según Bloomberg, la participación total del trigo ucraniano y ruso es aproximadamente el 30% del mercado mundial. La seguridad alimentaria en Asia, África y Oriente Medio depende de las importaciones de cereales de Ucrania y Rusia. Egipto es el más dependiente en este momento, en un 80%.
En 2020, el valor total del trigo ucraniano exportado a África ascendió a más de 1.450 millones de dólares, de los cuales solo a Egipto, 610 millones de dólares. En general, las ventas de productos agrícolas en el extranjero representan el 40% de los ingresos de exportación de Ucrania.
Solo en las dos primeras semanas de la guerra a gran escala, los precios del pan que no es consumo masivo aumentaron un 50% en Egipto, y prácticamente no quedan reservas de aceite de girasol en Turquía.
En 2021, Ucrania estableció un récord absoluto de rendimiento de cereales y semillas oleaginosas, al recolectar más de 107 millones de toneladas. Pero ya está claro que volver a lograrlo será extremadamente difícil debido a las hostilidades y la destrucción deliberada de la infraestructura agrícola por parte de los rusos, la destrucción de las reservas de combustible y el retraso en la siembra (y en algunas regiones, su imposibilidad). Además, los expertos y los actores del mercado esperan una disminución de los rendimientos en Ucrania este año en un promedio de 43%.
La campaña de siembra, que comenzó en abril y dependía del trabajo agrícola realizado en febrero-marzo, está perjudicada: debido a las hostilidades activas en el territorio de Ucrania, más del 30% de los campos agrícolas no se sembrarán en 2022.
Las tropas rusas están destruyendo deliberadamente las existencias de cereales y disparando contra maquinaria agrícola, según la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania. A principios de abril de 2022, continúan las hostilidades directas en Slobozhánshchyna, Zaporiyia, Podniprovia y Táurica, que son regiones agrícolas clave del país.
Ucrania ha ocupado tradicionalmente una posición alta en el mercado del aceite de girasol (15% de todas las exportaciones ucranianas). Por lo tanto, la industria aceitera nacional es la que más sufre de la interrupción de la campaña de siembra. El precio del aceite de girasol en el mercado mundial está aumentando, al igual que el precio de los granos, los cereales y el maíz: del 24 de febrero al 24 de marzo, el precio de los futuros del trigo en la Bolsa de Comercio de Chicago aumentó un 18%.
El 9 de marzo, Ucrania prohibió la exportación de una serie de granos, cereales y otros productos para evitar la escasez de alimentos. En particular, según la resolución, está prohibido exportar: avena; mijo; alforfón; azúcar; sal; centeno; ganado y carne. Sin embargo, es posible exportar (sujeto a la licencia declarativa especificada) trigo y una mezcla de trigo y centeno (morcajo); maíz; carne de pollo, huevos y aceite de girasol.
El Ministerio de Política Agraria de Ucrania asegura que para este año habrá suficientes alimentos. Sin embargo, la situación para los consumidores de productos ucranianos en el extranjero está empeorando drásticamente.
Debido al constante bombardeo a los depósitos de combustible en Ucrania, han aumentado los precios del combustible que se necesita para la maquinaria agrícola; ahora su déficit es del 85%. Es decir, Ucrania actualmente tiene solo el 15% de la cantidad requerida de combustible para maquinaria agrícola. Anteriormente, este se compraba en Bielorrusia y Rusia, pero los depósitos, donde se guardaba la gran parte de reservas de combustible, están siendo atacadas por misiles rusos.
Tampoco operan los principales puertos marítimos de Ucrania del Mar Negro: Odesa, Jersón, Mykolayiv y Pivdenny en la ciudad de Yuzhne. La entrada y salida de barcos son temporalmente imposibles, y por lo tanto no podemos abastecer de alimentos al mundo y no recibimos combustible y fertilizantes minerales. Algunos puertos están funcionando parcialmente despachando la carga por carretera y ferrocarril (desde finales de marzo exportamos cereales a Europa por tren). Debido al bloqueo de puertos producto de la agresión rusa y la interrupción de la logística dentro de Ucrania, el volumen de exportaciones, incluido el grano ucraniano, se redujo diez veces: de 200- 300 mil toneladas a aproximadamente 20 mil toneladas por día. Recordemos que las exportaciones marítimas representan la mitad del total de las exportaciones de Ucrania.
El mercado agrícola del invasor también está perjudicado: la exportación de cereales rusos está casi por el suelo debido a los riesgos de movimiento por mar. El fin de la cooperación con Rusia en las líneas de contenedores, que sirven a más de un tercio del mercado mundial (como Maersk, Mediterranean Shipping Company (MSC), CMA CGM y Hapag-Lloyd), también tendrá un impacto significativo. En las próximas temporadas en Rusia caerá también el rendimiento, debido a la retirada de los principales proveedores de maquinaria agrícola del mercado ruso. Además, los problemas con las exportaciones de cereales sacarán del mercado ruso a algunos agricultores locales.
Otro ejemplo es que, como resultado de las sanciones de la UE, los productores rusos y bielorrusos han comprado no más del 15-20 % de las semillas de remolacha azucarera requeridas. La desaparición del azúcar en Rusia y Bielorrusia, y con el azúcar, de la mayoría de los dulces, es solo cuestión de tiempo. Ya hay enormes colas con peleas por un kilo de azúcar en las tiendas rusas.
Las «sanciones espejo» por parte de Rusia y Bielorrusia que lideran la producción de sales de potasio, han cambiado la situación en el mercado mundial de fertilizantes. En 2022, el déficit esperado de sales de potasio que se necesitan para fabricar fertilizantes será de aproximadamente 17 millones de toneladas o alrededor de un tercio de la producción mundial. En un futuro cercano, esto conllevará a una disminución en los rendimientos de muchos cultivos y, por lo tanto, a precios aún más altos de los alimentos.
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Los principales importadores de fertilizantes de Rusia son los países europeos. Además de la potasa, Rusia ha provocado una escasez de fertilizantes nitrogenados (sin fertilizantes nitrogenados, el rendimiento de algunos cultivos puede reducirse a la mitad). En el otoño de 2021, debido a los precios desorbitantes del gas de Putin, que es un componente importante en el costo de los fertilizantes nitrogenados, algunas plantas de fertilizantes en Europa cerraron y los precios de los fertilizantes aumentaron un 300 % durante el año.
Pero esto es sólo el principio del problema.
Según las Naciones Unidas y el Programa Mundial de Alimentos (la organización humanitaria intergubernamental más grande del mundo), la invasión de Ucrania por parte de Rusia podría poner a unos 500 millones de personas al borde de la inanición en los próximos dos años.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), debido a la guerra en Ucrania, los precios mundiales de alimentos y piensos pueden aumentar en más del 20%.
Anteriormente, la escasez de producción de alimentos en los países miembros de la Cooperación Económica del Mar Negro (12 países, incluidos Ucrania y Rusia) podía compensarse con alimentos de América del Sur. Pero debido al cambio climático, así como al fuerte enfriamiento del Océano Pacífico frente a las costas de Perú y Chile (el fenómeno climático de La Niña), América Central y América del Sur han estado sufriendo sequías y malas cosechas por segundo año consecutivo. Por lo tanto, en los próximos años, una proporción significativa de personas en el norte de África y el sur de Asia no podrán comprar suficientes alimentos.
Estos son, en primer lugar, habitantes de Yemen, Bangladesh, Pakistán, Líbano y Túnez, donde muchas personas dependen de los subsidios gubernamentales para productos básicos. El fuerte aumento en los precios del pan podría provocar no solo hambrunas masivas sino también protestas políticas, como sucedió en 2011 durante protestas callejeras masivas, revoluciones y conflictos militares internos en el Medio Oriente y África del Norte, conocida como la Primavera Árabe.
«La guerra en Ucrania ya está interrumpiendo las cadenas de suministro y provocando un fuerte aumento de los precios del combustible, los alimentos y el transporte. Debemos hacer todo lo posible para evitar la hambruna masiva y el colapso del sistema alimentario mundial», dijo el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.
El mundo aún no se ha recuperado de la crisis alimentaria por la pandemia de Covid-19, pero el nuevo desafío podría ser aún más grave. Como resultado de la invasión rusa de Ucrania, 400 millones de personas pueden morir de hambre. Este es el cinismo del Kremlin: romper el sistema alimentario mundial en aras de una autoafirmación política cuestionable.
La culpa de la probable hambruna de 1/16 de la humanidad recae únicamente en la Federación Rusa, cuyas acciones violan gravemente el orden internacional. La guerra de Rusia contra Ucrania no es solo un conflicto regional, sino una amenaza para la seguridad alimentaria mundial.