Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala a Ucrania, Bielorrusia ha estado apoyando activamente al ejército ruso. Ofrece su espacio aéreo para realizar lanzamientos de misiles contra el territorio de Ucrania, ofrece su territorio para campamentos, tránsito y reagrupación de los militares rusos, como también presta a las tropas rusas su infraestructura militar.
Las filas de los vehículos militares rusos desde los primeros días han entrado a Ucrania desde Bielorrusia, a la que llaman ahora “satélite de la Federación Rusa”. Bases de combustible y lubricantes y hospitales bielorrusos están siendo utilizados para abastecer la retaguardia del ejército ruso. A esto se suma el uso de aviones de combate, artillería, misiles balísticos y otros medios desde de la República de Bielorrusia.
Pero el gobierno ruso lo considera poco e intentan hacer todo lo posible para que el ejército bielorruso también cruce la frontera con Ucrania. Teniendo en cuenta sus propias pérdidas significativas, Rusia pretende convertir a los militares bielorrusos en “carne de cañón” adicional.
El Cuartel General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el Departamento General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, inteligencia de los EEUU y la OTAN prevén la invasión de las tropas de Bielorrusia a nuestra tierra en el futuro inmediato.
Según las encuestas de opinión sobre la iniciativa bielorrusa, realizadas por el Instituto Real de Asuntos Internacionales del Reino Unido Chatham House del 5 al 14 de marzo, el 39 % de los bielorrusos está a favor de la retirada inmediata de las tropas rusas de Bielorrusia y el 67 % se opone firmemente a bombardear Ucrania desde Bielorrusia. También reiteradamente aparece información de que la gran mayoría de los militares bielorrusos se niega a ir a la guerra junto con los rusos.
Como coagresor de facto, Bielorrusia debe asumir su responsabilidad por participar en la guerra contra Ucrania y merece sanciones inmediatas. Sin embargo, Bielorrusia aún puede tener una salida digna y negarse a enviar sus tropas a luchar contra Ucrania, para que mueran en suelo ucraniano.
Hablar con los bielorrusos
Para prevenir la participación de los soldados bielorrusos en la guerra de otros, IT-comunidad ha creado la página web https://zarmy.rip, donde se puede escribir o llamar a los militares en Bielorrusia y a sus seres queridos. En la página se pueden elegir las siguientes opciones: “E-mail”, “SMS”, “Llamar”, “WhatsApp”.
La página genera automáticamente los contactos bielorrusos y textos en ruso: por separado para los soldados y para sus seres queridos. Por ejemplo: “Dos dictadores quieren ver sangre. Pero, ¿por qué tienes que morir TÚ? ¡No te vayas a la guerra, esta no es tu guerra!” O: “¡¿Para qué morir por Ucrania, si se puede vivir por Bielorrusia?! Hoy la guerra se llevará a tu padre, a tu marido, a tu hermano. Y mañana, ¡a tus hijos! ¡No entregues a la muerte a tus seres queridos!”
Los ucranianos intentan hacer llegar a los soldados bielorrusos y a sus familias estos mensajes para que los soldados tengan la oportunidad de entregarse en lugar de morir.
En vista de esto, por favor:
– utilice la página activamente, ¡de verdad esto funciona!
– comparte el enlace a la página entre sus amigos
Es muy importante transmitir a los bielorrusos su perspectiva real aquí en Ucrania. Y plantear una alternativa: deponer las armas inmediatamente después de cruzar la frontera.
Cómo los rusos y los bielorrusos deberían rendirse en Ucrania. Instrucciones:
En específico para los invasores de Rusia y Bielorrusia, el Colegio de Abogados de Ucrania y el grupo legal LCF han preparado instrucciones paso a paso sobre cómo rendirse debidamente: qué y cómo hacer si se trata de un soldado o de una unidad completa; a quién puede entregarse, qué información necesita proporcionar sobre usted durante el cautiverio, etc.
Las instrucciones recalcan que Ucrania no es un país agresor y cumple con la Convención de Ginebra en relación al trato de los prisioneros de guerra. Después de la guerra, todos los prisioneros podrán regresar a casa con el dinero y los objetos de valor que hayan sido confiscados temporalmente.