Potencialmente inaceptable: cómo las plataformas online limitan el contenido de los ucranianos

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Con el comienzo de la invasión a gran escala de Rusia, los algoritmos de las redes sociales más populares parecieron volverse locos. Regularmente restringen el contenido sobre la guerra ruso-ucraniana, eliminan las cuentas de los activistas y, al mismo tiempo, reaccionan de forma ocasional a las filtraciones de información de los propagandistas rusos. Por lo tanto, se vuelve cada vez más difícil para los ucranianos dar a conocer los crímenes de guerra que el ejército ruso comete diariamente en el territorio de Ucrania.

Hemos recopilado varios casos de eliminación masiva de contenido supuestamente delicado, así como ejemplos de cómo los simples usuarios, las empresas y los medios salen de tales situaciones. Contamos qué hacer si tu contenido llega a la verificación de contenido de las plataformas que ahora se parecen más a jueces digitales que a otra cosa.

Esto ya ha pasado antes

Esta no es la primera vez que los usuarios ucranianos son bloqueados en las redes sociales. Incluso al comienzo de la guerra ruso-ucraniana, en 2014, decenas de personas denunciaron que sus cuentas fueron congeladas debido a los ataques de bots pro-kremlin. Esta información fue confirmada en 2017 por la exsecretaria de Estado adjunta de EE. UU. para las Tecnologías Digitales Estratégicas, Moira Whelan. Tres años antes de eso, los usuarios ucranianos de Facebook recolectaban likes para obtener una respuesta del creador de la plataforma, Mark Zuckerberg, sobre la apertura de la oficina ucraniana, así como para pedir que se considere la legalidad de las restricciones impuestas al segmento ucraniano. Es interesante que solo 5 años después (en 2019), Facebook finalmente nombró a una gerente de políticas públicas para Ucrania.

Sin embargo, es importante aclarar que el principio de funcionamiento de Facebook no prevé la creación de oficinas nacionales o regionales. El hecho de que Ucrania tenga su gerente de políticas públicas (responsable de Europa Central y del Este) es un precedente que se hizo posible gracias a la propagación del problema y la defensa activa de los abogados mediáticos.

Desde el comienzo de la guerra ruso-ucraniana, las restricciones en las redes sociales han llegado a un punto absurdo. Por ejemplo, en 2015, un usuario escribió que Facebook lo bloqueó por publicar una cita del poema de Taras Shevchenko: “Amaros, cejinegras, pero no con los moskalis”. En los años siguientes, los usuarios fueron bloqueados por la palabra “moskali” más de una vez. Las reglas de Facebook establecen claramente que están en contra del odio y la incitación al odio, y los botfarms rastrean esas palabras (por ejemplo, para referirse a cierto pueblo) y se quejan de ellas. Pero el vocabulario del lenguaje del odio y la enemistad es un tema bastante discutible. Sobre todo porque hay una serie de topónimos que, según la lógica de Meta (que administra Facebook y todos los productos relacionados, así como Instagram y varios messengers), ofenden los sentimientos de ciertos grupos de personas o son palabras de un “carácter delicado”. Por ejemplo, en Ucrania, el pueblo de Moskali (moscovitas. — Ed.), en Polonia, el lago Katsapka (katsap es la palabra comúnmente utilizada en Ucrania, Polonia y otros países eslavos de Europa para describir a los rusos de manera despectiva. — Ed.), y en Rusia, el pueblo de Khokhly (khohol es la palabra comúnmente utilizada en Rusia para describir a los ucranianos de manera despectiva. — Ed.). Parece que aquí se rompe un poco la lógica de las redes sociales. La empresa Meta reconoce que las peculiaridades regionales y lingüísticas del uso de las palabras son importantes en el contexto de una situación geopolítica, cuando los mismos conceptos pueden interpretarse de manera neutral y como discurso de odio. En el primer caso, la plataforma los conservará, en el segundo, los eliminará. Lo bueno es que Meta monitorea cómo evoluciona y cambia el uso de las palabras “delicadas”, y no se avergüenza de decir que a veces se equivoca en sus políticas.

Igor Rozkladaj, abogado del Centro para la Democracia y el Estado de Derecho (Tsedem) añade:

— Por hoy, el documento más cercano en el tiempo que regulará a los jugadores en línea de cierta manera será la Ley de Servicios Digitales de la UE. Ya se encuentra en la etapa final de aprobación. Este documento introducirá los requisitos básicos para el funcionamiento de las plataformas online, la eliminación de contenido, la presentación de quejas y apelaciones. Sin embargo, no resolverá el problema con el contenido de guerra.

Pido a los filólogos y lingüistas ucranianos que hagan un análisis semántico de las palabras que las plataformas bloquean de manera regular y obstinada. Es necesario fundamentar profesionalmente qué conceptos son aceptables y cuáles no, y en base a esto proponer a las plataformas revisar este diccionario.

Sin embargo, por citar clásicos pueden bloquearte no solo si contiene la palabra “moskal”. Por ejemplo, en septiembre de 2021, a Olena Pavlova, la autora del famoso personaje Kit Inzhyr (Gato Higo. — Ed.), Facebook le bloqueó una ilustración de los clásicos de la literatura ucraniana con el título “Leed clásicos, dadles likes a los gatitos”.

Kit Inzhyr
Un personaje de un cómic, un gato imaginario que ama los libros, reacciona activamente a los acontecimientos sociales y tiene páginas personales en las redes sociales.

En los últimos años, Facebook e Instagram bloquean no solo por expresar odio hacia el país agresor, sino también por publicar datos supuestamente personales y violar las reglas de la comunidad. La comunidad ucraniana de Facebook tiene varios casos reveladores de bloqueo injustificado de páginas, que no fueron apelados. Por ejemplo, el 15 de junio de 2021, por razones desconocidas, uno de los grupos de Facebook más grandes de Lviv: “Lyudonky poradte” (360 mil usuarios en el momento del bloqueo) terminó en bloqueamiento. Y en diciembre del mismo año, una de las mayores comunidades de Kyiv “Na Teremkaj” (más de 31 mil usuarios en el momento del bloqueo). Esta página fue bloqueada porque los administradores postearon varias publicaciones con documentos perdidos (para encontrar a sus dueños), lo cual es una violación a la privacidad según las reglas de la red social. Aunque, según el administrador del grupo, Bogdan Gdal, tapaban los datos personales, porque conocían dichos requisitos de antemano.

Cuidado digital para los ucranianos

Una nueva ola de bloqueos comenzó con la invasión de la Federación Rusa el 24 de febrero de 2022. Los ucranianos generaban y continúan generando una cantidad increíble de contenido, que no solo es un reflejo de todos los acontecimientos, sino también una forma de lucha informativa contra los invasores rusos. Sin embargo, incluso antes de la invasión, hubo antecedentes de restricciones a algunos usuarios. Por ejemplo, el 23 de febrero de 2022, Twitter anunció que suspendió por error las cuentas de varios reporteros de OSINT que escribieron sobre la acumulación de fuerzas militares rusas cerca de Ucrania. Entre ellos estaba Kyle Glen, copresentador del podcast The OSINT Bunker, y Roman Burko, fundador y voluntario del proyecto ucraniano InformNapalm. En ese momento, los periodistas notaron que sus cuentas fueron atacadas (es posible que por los bots del Kremlin), ya que publicaron repetidamente investigaciones sobre los fakes de la propaganda rusa.

OSINT
De inglés Open-source intelligence es un método para recopilar y analizar información de fuentes abiertas.

Reaccionando rápidamente a la agenda mundial, Facebook y Twitter ya en la mañana del 24 de febrero comenzaron un bombardeo digital de iluminación de los ucranianos que se despertaron en un país donde se declaró la ley marcial. Twitter Safety publicó un hilo de consejos sobre cómo proteger las cuentas si los usuarios no se fían de la seguridad de su información. “Al usar Twitter en zonas de conflicto u otras áreas de alto riesgo, es importante conocer las formas de administrar tu perfil e información digital”, se lee en la publicación. Los tweets detallaron cómo los usuarios pueden crear contraseñas más seguras, implementar la autenticación de dos factores, hacer que sus tweets sean privados y desactivar el uso compartido de la ubicación. El hilo está disponible en inglés, ucraniano y ruso.

Para la seguridad de los ucranianos, Meta ha lanzado una función que permite restringir que otros usuarios vean tu página y contenido de Facebook con un solo clic. Asimismo, en la noche del 23 al 24 de febrero, la empresa creó un Centro de Operaciones Especiales para responder a las acciones en la plataforma en tiempo real.

Derecho temporal al odio

Teniendo en cuenta las circunstancias de guerra en Ucrania, Meta intentó adaptar una política de contenido construida en torno a los conceptos de neutralidad política.

En respuesta a numerosas solicitudes del gobierno ucraniano, el público y, en algunos casos, sus propios empleados, las plataformas internacionales reescribieron sus reglas en marzo para combatir la propaganda rusa y proteger a los ucranianos online. En particular, las cuentas de los medios estatales rusos como Russia Today, que ganaron una gran cantidad de seguidores en todo el mundo en varias plataformas online, fueron bloqueadas y degradadas. Cuidando la seguridad y minimizando la cantidad de información falsa, Instagram comenzó a ocultar información sobre las suscripciones y los suscriptores en común de los usuarios de Ucrania y Rusia. Esta opción también eliminó de la vista de los usuarios ucranianos de Instagram los perfiles de los rusos que fueron sancionados por apoyar la guerra y el régimen de Putin.

También en marzo, la empresa Meta permitió temporalmente a los usuarios ucranianos expresar sus emociones sobre los ocupantes. La frase “muerte a los invasores rusos” fue eliminada temporalmente de la lista de las expresiones violentas prohibidas por las reglas de las redes sociales. Estos cambios se anunciaron por primera vez en Reuters con referencia a los correos electrónicos internos a los moderadores de contenido. Por lo tanto, era posible publicar temporalmente mensajes deseando la muerte a Putin o al ejército ruso en Facebook e Instagram. El permiso se aplicaba a usuarios de Ucrania, Armenia, Azerbaiyán, Estonia, Georgia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumania, Eslovaquia e incluso Rusia. Sin embargo, en el territorio del país agresor, este gesto fue, por supuesto, considerado como de costumbre, con olas de indignación y prohibiciones de las redes sociales como empresas “extremistas”. La Embajada de la Federación Rusa en EE. UU. publicó un tuit de indignación e incitó a “detener las actividades extremistas de Meta y tomar medidas para llevar a los culpables ante la justicia”, y “Roskomnadzor” impuso sanciones contra Facebook e Instagram.

En un mes, cuando los usuarios ucranianos comenzaron a decir la verdad sobre las atrocidades del ejército ruso en Bucha, la empresa Meta devolvió sus restricciones relacionadas con la lista de las expresiones violentas.

“Twitter me bloqueó otra vez porque no quieren que la gente vea las muertes que cometieron los rusos. No, no bloqueó las cuentas de los propagandistas y estadistas rusos que alentaron estas atrocidades, me bloqueó a mí y a docenas de personas que escribieron al respecto”, escribió Petro Nek, bloguero de la página “Lviv Online” el 5 de abril. Su cuenta fue bloqueada por publicar fotos de los muertos de Bucha.

Ese mismo día, los usuarios comenzaron a informar que Instagram restringe el hashtag #BuchaMassacre. Las reglas de la plataforma prohíben compartir escenas de violencia, por lo que las publicaciones con dicho hashtag se bloquearon automáticamente. “Algunos miembros de la comunidad se han quejado de que algunos contenidos pueden no cumplir con las reglas”, decidieron las plataformas. Sin embargo, todos sabían quiénes eran esos “algunos” y qué se ocultaba realmente bajo ese “algún contenido”. Aparentemente, Instagram cree que es mejor que a su audiencia le sigan gustando los gatos, la comida servida de forma bonita y las selfies “filtradas”, en lugar de ver las realidades de la guerra ruso-ucraniana.

En junio, la situación se repitió con el hashtag #russiaisaterrorisstate. Con él, los usuarios publicaron contenido que demostraba ataques selectivos sistemáticos del ejército ruso contra edificios civiles con personas adentro. Para eludir las restricciones y aún mostrar al mundo la verdad (porque los propagandistas rusos culpan a las Fuerzas Armadas de Ucrania por casi todos los crímenes cometidos por su ejército), los ucranianos cambiaron el hashtag a #russiaterroriststate (sin “is”). De hecho, los usuarios podían publicar con ese hashtag, pero no aparecía en los feeds de otros usuarios y no se mostraba una parte de esas nuevas publicaciones. Meta afirmó que no impusieron sanciones especiales. Los algoritmos limitaron la visualización de este hashtag, porque muchas personas se quejaron. A quién no le gustó este hashtag: la respuesta es obvia.

Desde los principios del verano de 2022, la situación con el bloqueo masivo y, a menudo, injustificado del contenido de los usuarios ucranianos comienza a empeorar. Los ucranianos no se dan por vencidos sin luchar, incluso en el frente digital. Pero incluso una foto de un pasaporte ucraniano puede ser considerada “contenido potencialmente inaceptable” por Instagram. Lo más probable es que esto suceda debido a que los usuarios rusos se quejan de la publicación o la interpretación falsa de los algoritmos (como la distribución de datos personales), que puede describirse con el concepto de “false positive”, cuando el algoritmo encuentra un error donde no hay ninguno.

En mayo, el Ministro de Transformación Digital, Mykhailo Fedorov, se reunió con Nick Clegg, Presidente de Política Global de Meta. Dialogaron el bloqueo de algunos contenidos sobre la guerra ruso-ucraniana en Facebook e Instagram. En particular, sobre el regimiento Azov, que está incluido en la lista de organizaciones prohibidas en Meta, por ser considerado un grupo terrorista extranjero. Esto, por supuesto, es un prejuicio en el que los propagandistas rusos han estado trabajando durante años, difundiendo fakes. Mykhailo Fedorov, al final, aseguró: “Ya se han tomado muchas decisiones. Habrá muchas decisiones en el futuro, en un futuro cercano. Continuamos la cooperación. Estoy seguro de que habrá menos bloqueos y restricciones del contenido y más personas en todo el mundo sabrán lo que realmente está sucediendo en nuestro país”.

El 19 de julio, el Ministerio de Cultura y Política de la Información de Ucrania, junto con el Centro de Comunicaciones Estratégicas y Seguridad de la Información, ofreció a los organismos estatales y organizaciones públicas promover una posición unificada con respecto a todas las restricciones (incluido el bloqueo) presentadas por las plataformas. que combaten la desinformación.

No banearan a todos

Tan pronto como las plataformas comienzan a restringir o eliminar cierto contenido, se activa el efecto Barbra Streisand, un fenómeno en el que cuando las personas intentan eliminar cierta información, comienzan a difundirla aún más.

Así sucedió con la cita del fallecido en el frente activista de Kyiv, Román Ratushny, que se convirtió en una especie de eslogan-instrucción para los ucranianos sobre cómo tratar con los ocupantes rusos. “Cuanto más…”, escribió en reiteradas ocasiones la activista. El 14 de junio se informó que Román había muerto. El mismo día, los usuarios de las redes sociales compartieron su eslogan y la plataforma eliminó el tuit de la página del activista militar. Pero esto no detuvo a los ucranianos. En todas las redes sociales, los usuarios comenzaron a publicar masivamente capturas de pantalla con la cita de Román y el texto “No banearan a todos”. En un momento, el feed de Twitter se convirtió en una cita continua de Román Ratushny.

Casos en los que muchos usuarios de las redes sociales publican contenido similar sobre el mismo tema o con la misma formulación se producen no solo mediante la eliminación de contenido, sino también cuando se bloquea a otros usuarios para apoyarlos y llamar la atención sobre el problema. Otro caso es cuando la comunidad empieza a bromear sobre algo relevante.

Ilustración de @shat.art88

Cuando los algoritmos de las redes sociales marcan el contenido anterior a la guerra de los usuarios ucranianos como “delicado”, los ilustradores y los artistas ayudan a transmitir la verdad a la comunidad mundial. En sus obras (dibujos, gifs, videos, etc.), pueden reflexionar más libremente sobre todo lo que está sucediendo, incluso si reproducen las fotos gráficas de los muertos o de las escenas de los crímenes de la Federación Rusa casi sin cambios, utilizando los medios artísticos de los que disponen. Es mucho menos probable que dicho contenido se elimine de las redes, incluso si contiene palabras incluidas en la lista de “triggers”. Tal arte situacional adquiere importancia no solo como gesto creativo, sino también como una de las formas de documentar la realidad sin censura.

Bloqueo de los activistas en Twitter

Twitter ha comenzado a bloquear las cuentas de los activistas, voluntarios y periodistas ucranianos, especialmente si realizan eventos benéficos para recaudar fondos para ayudar a las Fuerzas Armadas de Ucrania y a los civiles afectados por la guerra. Solo desde principios de abril de 2022, se han bloqueado varias docenas de cuentas. Se ha logrado “rebatir” y desbloquear algunas, y algunas todavía están en la prisión cibernética. Algunas de las cuentas baneadas han sido:

– de la periodista y voluntaria Yana Suporovska;
– del activista público y jefe de la dirección militar de la Fundación Benefica de Serhiy Prytula — Roman Sinitsyn;
– del periodista y copresentador del programa “El derecho a flotar” Oleg Novikov;
– de la bloguera y voluntaria Olya Suprun;
– de la activista pública, coordinadora de la Fundación de Serhiy Prytula en Lviv — Melania Podolyak;
– de la voluntaria, cofundadora de la fundación “Palyanytsia” Alisa Chirva;
– de la voluntaria y militar Maria Smirnova;
– de la voluntaria y directora de proyectos de SarTech, Yulia Napolska
y docenas de otros usuarios.

Pero la comunidad ucraniana de Twitter difiere de otras redes sociales: tan pronto como se restringen los derechos de un usuario allí, otros comienzan a defenderlo. Esta es una comunidad poderosa y activa que defiende a los suyos y lucha para garantizar que la comunidad mundial reciba información que refleje verdaderamente la situación en Ucrania, en particular, en la guerra ruso-ucraniana. Cada vez que uno de los usuarios es bloqueado, los usuarios de Twitter levantan una tormenta: la publicación masiva de tuits con un llamamiento hacia los moderadores de la red social para desbloquear la cuenta baneada lo antes posible.

¿Por qué se bloquea a activistas, voluntarios y periodistas ucranianos? Por cualquier cosa, literalmente. Publican una foto de la escena del crimen con los fallecidos, bloqueados. Si a alguien no le gustó tu tuit o repost, bloqueado. Alguien encuentra tuits antiguos con un número de tarjeta, inevitablemente se recibirá una queja sobre este. Escribieron sobre el hecho de que algunos ucranianos están dañando la seguridad del estado, bloqueados.

El Lviv Media Forum (LMF), el Ministerio de Transformación Digital de Ucrania y otros socios de confianza ayudan a liberar las cuentas de Twitter de los usuarios ucranianos de la prisión cibernética. Al momento de la publicación (25 de julio de 2022. — Ed.), el Ministerio de Estadística continúa trabajando con otro caso de bloqueo de la cuenta de Twitter de Yevhen Lira, escritor, traductor y voluntario ucraniano. Su cuenta fue bloqueada por primera vez en diciembre de 2021, cuando filmó el documental “La tumba de las sombras” e intentó recaudar fondos para ayudar al museo “Tumba de piedra” en Podniprovia y Zaporiyia. Luego fue bloqueado por quejarse sobre unos cheques. Ahora las cuentas de Yevhen Lira están bloqueadas debido a sus dinámicas actividades voluntarias: recauda fondos para el ejército ucraniano constantemente. Esto, por supuesto, no conviene a las farmbots rusas y otros difamadores de Yevhen. Por eso primero buscan a activistas conocidos como él, con un público numeroso y leal, y les lanzan denuncias.

Después de que Yevhen fue bloqueado, los usuarios de Twitter mandaron solicitudes masivas para desbloquearlo, y algunos de estos tuits se volvieron tan virales que la frase “He’s a Ukrainian volunteer” se convirtió en tendencia en la red social.

No a los activistas únicamente

Los medios de comunicación también sufren bloqueos constantes de sus contenidos en las redes sociales. Por ejemplo, en junio se eliminó la página de Facebook “Canal 5”. La razón oficial dada por la empresa Meta es “discurso hostil” (con quien no sucede en tiempos de guerra, si escribes sobre los ocupantes rusos y sus crímenes).

Y el medio “Grunt” (tierra. — Ed.), que antes era el canal de Telegram “Ucrania: operativamente”, creado el primer día de la guerra a gran escala, recibe casi todos los días. Por ejemplo, las plataformas eliminaron su publicación sobre la “Floración de la nación”: defensores ucranianos que murieron durante la invasión a gran escala. Según la editorial, desconocen el motivo de tal moderación, solo un día llegó una notificación sobre la bloqueación. A veces, el equipo publica el mismo material varias veces para que los usuarios puedan verlo, y también intenta “censurar” las palabras triggers.

De los nuevos casos de “Grunt”, hay publicaciones eliminadas por los moderadores de Instagram sobre quién está dañando a Ucrania y por qué los ucranianos deberían recordar cada historia sobre nuestros defensores. Las publicaciones no contenían palabras inaceptables, y aquellas que potencialmente podrían serlo fueron censuradas visualmente en la imagen, por si acaso, usando asteriscos. En general, en la editorial dicen que bajo “moderación” cayeron 4 publicaciones solo en la mitad de julio, lo cual es un número bastante alto (generalmente, el equipo publica de 10 a 14 publicaciones por semana).

Las editoriales ucranianas utilizan varios métodos para eludir la amenaza de bloqueo para que los lectores aún tengan acceso a su contenido. Una opción es la censura visual de una serie de palabras y frases relacionadas con la Federación Rusa. Si antes solo bastaba con usar el pitido de censura en las palabras “Moskali”, “Ruscistas” o “Rusnia”, ahora es deseable hacerlo incluso con el nombre del país agresor. Los materiales de Ukraїner también fueron eliminados repetidamente en Instagram por presuntamente violar las reglas de la comunidad.

Otra forma de salir de la situación es elegir otra plataforma para publicar material “problemático”. La mayoría de las veces, Twitter se convierte en este sitio de respaldo para los medios, donde la moderación de tales publicaciones no siempre es tan estricta como en Facebook e Instagram. Un ejemplo brillante y algo irónico es el caso del medio “Svidomi”, en el que Instagram borró una publicación sobre cómo Instagram borra publicaciones.

Todos estos bloqueos afectan negativamente el alcance de las páginas: los bans y la eliminación de publicaciones conducen a las shadow ban (también se denominan bloqueo en la sombra), cuya esencia es que el usuario puede no comprender de inmediato que ha sido objeto de tales “sanciones digitales”. No recibe ninguna notificación sobre el shadow ban, y cualquier contenido que crea no es visible para otros usuarios. La “recuperación” de una shadow ban puede llevar semanas o incluso meses. Pero lo peor para el medio puede ser la eliminación de la cuenta sin posibilidad de recuperación tras varios avisos de la plataforma.

Los funcionarios públicos tampoco están protegidos contra el bloqueo y la eliminación de las publicaciones. Por ejemplo, en 2021, Facebook eliminó una publicación de Yevgeny Perebiynos (hasta mediados de julio de 2022, embajador de Ucrania en la República Checa) criticando las palabras de Putin sobre “una nación”, porque supuestamente incita al discurso del odio.

En las redes sociales vecinas no es mejor

La moderación del contenido de los usuarios ucranianos durante la guerra a gran escala plantea muchas preguntas que siguen siendo retóricas. Los algoritmos han llegado a tal absurdo que Instagram bloquea una foto con una cereza ucraniana (una publicación inofensiva con hermosas fotos en el carrusel) o marca la poesía como contenido para usuarios mayores de 18 años. En otros casos, las plataformas simplemente limitan la libertad de expresión y, a veces, resulta que juegan a favor del país agresor. Las plataformas bloquean el contenido de los ucranianos y los rusos están contentos, porque son ellos los que vienen y se quejan de las publicaciones. Esta es una de las cabezas de puente de la guerra híbrida, cuando los ataques digitales afectan la situación general de la confrontación ruso-ucraniana.

Las restricciones de contenido no se limitan a Facebook, Instagram o Twitter. Los usuarios ucranianos de LinkedIn se quejan de que la red social bloquea activamente sus publicaciones sobre la guerra (sin bloquear la propaganda rusa). Incluso crearon una petición donde describieron sus demandas y comentarios en la plataforma. Las quejas sobre las cuentas de los usuarios ucranianos suelen provenir de bots y cuentas rusas, a pesar de que esta red social no funciona en Rusia desde 2016. En aquel entonces, la Federación Rusa lo agregó al registro de infractores de la ley, por lo que aún se puede acceder al recurso sólo a través de VPN.

Elimina publicaciones sobre la guerra en Ucrania y TikTok, porque sus reglas prohíben el contenido político. Aquí, los materiales que representan violencia o tienen escenas o palabras “delicadas” que también son “castigadas” en las plataformas se pueden eliminar rápidamente del feed.

Otro caso revelador ocurrió con el desarrollador ucraniano Alty, quien creó una aplicación móvil RKIN, que rastrea las pérdidas de los ocupantes rusos en la guerra. La empresa recibió una advertencia de Apple, que exige eliminar de la aplicación los datos sobre el número de soldados rusos eliminados en el territorio de Ucrania, considerando esta información como potencialmente inaceptable.

¿Qué hacer si te han bloqueado?

Si crees que el contenido del que se han quejado no violó los estándares de la comunidad, presenta una apelación y prepárate para una larga lucha y defensa de tus derechos.

Si recibes una notificación sobre el bloqueo, sigue las instrucciones.

El mensaje sobre el bloqueo incluirá un enlace que puedes seguir para presentar una apelación y averiguar qué otra información debe prepararse para restaurar la publicación o la cuenta. Por lo general, las redes sociales solicitan proporcionar una copia escaneada de un documento que confirme la identidad, así como proporcionar argumentos para su apelación.

Si esto no ayuda, busca ayuda profesional. Por ejemplo, LMF ayuda a activistas, medios y periodistas en el marco de su Programa de Apoyo de Emergencia a los Medios.

El Ministerio de Asuntos Digitales también considera casos individuales de bloqueo. Puedes solicitar ayuda escribiendo a su correo electrónico: [email protected].

Si no has recibido una notificación sobre el bloqueo (“shadow ban”), ten paciencia y espera.

Lamentablemente, aún no existen mecanismos 100% efectivos para combatir semejante “sanción digital”, pues en este caso el propio Instagram pone y quita las restricciones. Pero vale la pena intentar escribir a la línea de apoyo de la red social. Hay que saber que el “shadow ban” a veces ocurre por fallos en las plataformas, por lo que es recomendable verificar de vez en cuando si la red social muestra tus publicaciones en el feed (busca tu contenido en el buscador de las redes sociales por hashtags y palabras clave).

Para evitar ser baneado, revisa cuidadosamente tu contenido antes de publicarlo para asegurarte de que no viola los estándares de la comunidad (como Facebook e Instagram) y las reglas de la comunidad de Meta.

El equipo de LMF, que ayuda a salvar las cuentas, recalca: recuerda que pueden denunciar cualquier palabra y frase relacionada con la Federación Rusa y los rusos (“rusnia”, “ruscista”, “cerdoperros”, “moskalis” e incluso “ruzznya”, etc. ). Algunos medios y usuarios van a lo seguro y “asteriscan” incluso la palabra “Rusia”.

Las normas de Twitter y Meta prohíben la publicación de datos personales (números de tarjetas bancarias, teléfonos, direcciones, cheques donde se vea la información bancaria, etc.). Entonces, si deseas, por ejemplo, recaudar fondos para las necesidades de los voluntarios, usa la web Quicknote. Te ayuda a generar una “nota” con tus datos de forma gratuita, para que luego puedas enlazarla en un tuit. Así tu publicación y cuenta no serán bloqueadas. Otra opción es enviar detalles de pago en mensajes privados cuando lo solicitan.

Si lograste defender tu cuenta y rescatarla de la prisión cibernética, limita tu círculo de lectores por un tiempo y elimina todas las publicaciones desencadenantes posibles para que no tengas que luchar por el perfil nuevamente.

No te olvides de la seguridad digital, no tengas miedo de decirle la verdad al mundo y apoya a otros usuarios en este enfrentamiento digital.

Desde el 24 de febrero, Ucrania ha estado experimentando crímenes de guerra a diario, cuya escala el mundo moderno no ha visto antes. Y cuando las redes sociales, que durante mucho tiempo han estado desempeñando el papel de los medios más operativos y más grandes en términos de cobertura, despejan el espacio informativo de la guerra que se ha convertido en parte de la realidad de los ucranianos, no es muy diferente de la censura de los tiempos anteriores a Internet. Las redes sociales modernas no pueden ser independientes y neutrales, de lo contrario crean una realidad de información alternativa y no cumplen su función principal declarada: ayudar a las personas a interactuar, compartir noticias importantes y participar en la actividad social.

Dado que la victoria en las guerras híbridas se gana tanto en el frente real como en el informativo, las redes sociales son un arma al alcance de todos. Cuantos más ucranianos le cuenten al mundo las atrocidades de la Federación Rusa, mayores serán las posibilidades de detener y castigar al país agresor lo antes posible.

El material ha sido preparado por

Fundador de Ukraїner:

Bogdán Logvynenko

Autora:

Maria Kravchenko

Jefa de redacción en ucraniano:

Natalia Ponedílok

Editorial:

Anna Yabluchna

Editor de fotos:

Yurii Stefanyak

Autor de la portada:

Administradora de contenido:

Yana Rusyna

Traducción:

Svitlana Kazakova

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