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En la segunda parte del material explicativo sobre el Holodomor, hemos decidido hablar de los mitos más conocidos e impactantes sobre el genocidio en Ucrania en 1932-1933. Probablemente, habréis oído en repetidas ocasiones que el Holodomor no existió en absoluto, o que se trató de una mala cosecha, o que la hambruna afectó a toda la URSS, o incluso, que fue provocado por los propios ucranianos. En este artículo, desmentiremos los mitos más difundidos.

El Holodomor fue la política de la Unión Soviética destinada a destruir la nación ucraniana. Así lo confirman cientos de testimonios, documentos y apuntes en diarios. A primera vista, las fotos de archivo de las víctimas del Holodomor, los aterradores relatos sobre las entonces “pizarras negras”, la persecución de activistas y el sistema judicial – todo ello no debería dejar duda alguna sobre el crimen del gobierno soviético. Sin embargo, esta herida histórica aún no se ha cerrado del todo, mientras haya quien dude de su veracidad. Por ello, a continuación, vamos a desmontar los mitos sobre el Holodomor de 1932-1933.

Muerte por inanición en las calles de Járkiv, 1933. Foto tomada por el ingeniero A. Wienerberger. Documentos fotográficos facilitados por la bisnieta de A. Wienerberger, Samara Pierce.

El Holodomor no existió

— Nosotros no planteamos cuestiones de carácter inventado como el Holodomor politizando estos problemas comunes del pasado, — declaró el actual presidente de Rusia, Vladimir Putin, aun en 2008. Una postura que Rusia ha mantenido hasta hoy, confirmando plenamente su imagen como sucesora de la Unión Soviética. Estas palabras reproducen uno de los mitos más extendidos sobre el Holodomor, meticulosamente elaborado y propagado por el gobierno de la URSS hace casi un siglo.

En general, los adeptos de este mito recurren con más frecuencia a afirmaciones de que la hambruna existió, pero no fue causada por una política deliberada del gobierno soviético, sino solo por un conjunto de circunstancias fortuitas. Estas circunstancias incluyen el sabotaje de los campesinos ucranianos, la necesidad de mantener el Estado “a flote” durante la “Gran Depresión” y las desfavorables condiciones climáticas. Para colmo, se afirma que el Holodomor no existió, porque su magnitud y consecuencias son inventadas.

Este mito a menudo hace dudar: cómo, en un estado en plena modernización, era posible el hambre. Se supone que la Unión Soviética alimentaba a todos. Sin embargo, en la URSS, Ucrania, al igual que antes en el imperio ruso, no era más que un apéndice de materias primas. Su papel se reducía a extraer minerales y metales y a obedecer en silencio al sistema. Los campesinos ucranianos no tenían lugar en un sistema como este.

Roman Podkur, historiador. Foto: Oleg Pereverzev.

“Los alimentos y todos los bienes de consumo comenzaron a distribuirse mediante cupones. Toda la población fue dividida en 5 categorías. La categoría más grande correspondía a los mineros, metalúrgicos y ‘personas de trabajo físico duro’. Se les daban 800 gramos de pan, 200 gramos de carne, unos cuantos pescados y cierta cantidad de mantequilla al mes. Se repartían unos cuantos litros de aceite y algo de cereales. Este era el conjunto mínimo de productos para las personas de trabajo duro. Luego bajaban y bajaban. La quinta categoría incluía a los dependientes de los trabajadores. Los campesinos no formaban parte de este sistema de suministro centralizado. Es decir, tenían que abastecerse por sí mismos. Por lo tanto, este es otro mito de que el gobierno soviético alimentaba a todos. Sí, lo hacía, pero solo a los trabajadores y funcionarios que estaban en la ciudad, y a la nomenklatura del partido soviético” – Roman Podkur, historiador.

— ¿Acaso es posible que, de haber existido, todo el mundo guardara silencio al respecto?
— Sí. Todo por distintas razones: los testigos — por miedo ante sus vidas y los traumas, la élite del partido — porque era impensable admitir tales hechos, el resto — por la falta de información y la propaganda de la URSS.

La década de 1930 fue testigo del apogeo de la represión soviética. La disidencia, la contrapropaganda enfurecida, el cosmopolitismo y el nacionalismo burgués fueron causa de millones de detenciones y exilio al Gulag. Hablar abiertamente en la Unión Soviética sobre las más de 7 millones de víctimas de la política dirigida a la destrucción de los ucranianos equivalía a firmar una sentencia de muerte. Incluso entre la élite del partido, solo un círculo extremadamente limitado de personas cercanas a Stalin, como Kosoir, Kaganóvich, Molotov y Postyshev, conocían la situación real. Y aquellos que sabían algo, ocultaban la verdad o culpaban a los altos cargos, encogiéndose de hombros ante la responsabilidad porque ya formaban parte del sistema.

“El Estado soviético podía hacer muchas cosas sin aprobación documental. Aunque, cuando hablamos del Holodomor, hay documentos, hay correspondencia, hay muchas pruebas de la artificialidad de este hecho. Pero, en cualquier caso, era posible hacer muchas cosas sin hablar de las verdaderas intenciones o hablar de las intenciones en el lenguaje metafórico” — Vitaly Portnikov, periodista.

Lugar de enterramiento masivo para los muertos por el hambre en la región de Járkiv. Foto de la Colección del Cardenal Theodor Innitzer (Archivo de la Diócesis de Viena). Foto tomada por el ingeniero A. Wienerberger. Documentos fotográficos facilitados por la bisnieta de A. Wienerberger, Samara Pierce.

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Lugar de enterramiento masivo para los muertos por el hambre en la región de Járkiv. Foto de la Colección del Cardenal Theodor Innitzer (Archivo de la Diócesis de Viena). Foto tomada por el ingeniero A. Wienerberger. Documentos fotográficos facilitados por la bisnieta de A. Wienerberger, Samara Pierce.

Reproducción de Famine-Genocide in Ukraine, 1932-1933: Western Archives, Testimonies and New Research / Editado por Wseyolod W. Isaiiw, - Toronto: Ukrainian Canadian Research and Documentation Centre, Toronto, 2003. Fotografía de la Colección del Cardenal Theodor Innitzer, (Archivo de la Diócesis de Viena). Archivo Central Estatal H. Pshenychnyi de Cine, Foto y Audio documentos de Ucrania.

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Reproducción de Famine-Genocide in Ukraine, 1932-1933: Western Archives, Testimonies and New Research / Editado por Wseyolod W. Isaiiw, - Toronto: Ukrainian Canadian Research and Documentation Centre, Toronto, 2003. Fotografía de la Colección del Cardenal Theodor Innitzer, (Archivo de la Diócesis de Viena). Archivo Central Estatal H. Pshenychnyi de Cine, Foto y Audio documentos de Ucrania.

Otra razón del silencio es la destrucción física de los pueblos. Casi no quedaban testigos vivos de los hechos, ya que morían familias enteras, calles completas en pueblos cerrados a la entrada y salida, que figuraban en las “pizarras negras”. Los pueblos que no cumplían los planes de aprovisionamiento de grano pasaban a formar parte de esta “pizarra”. Esto significaba el aislamiento total del mundo exterior. Estaban rodeados por el ejército y completamente privados de oxígeno (alimentos) hasta morir encerrados.

— ¿Y no protestarían otros Estados contra hechos tan inhumanos?
— No, no lo harían. Para otros Estados, la mayor parte de la información no se filtró a través del telón de acero del sistema totalitario.

El 26 de agosto de 1933, el político francés Édouard Herriot llegó a Odesa en un barco de vapor. El día anterior, el líder del OGPU (Directorio Político Unificado del Estado) Yagoda, recibió un mensaje de Stalin que decía: “Según Yevdokimov (representante del OGPU en el Cáucaso Norte), la guardia blanca está preparando un atentado contra Herriot en Odesa u otros lugares de la URSS. En mi opinión, las suposiciones de Yevdokimov están fundamentadas. Es necesario ordenar inmediatamente a Balitsky (jefe de la GPU (Administración Política del Estado) de la RSS de Ucrania) que vaya donde va Herriot, y tome todas las medidas contra posibles excesos”. En resumen, significaba que Stalin ordenó organizar un “tour” para el invitado y dirigir su atención a las florecientes ciudades en lugar de los cadáveres hinchados en los pueblos. Como resultado, el 13 de septiembre, el periódico “Pravda” publicó un artículo titulado “Lo visto en Rusia es hermoso”.

Excursiones escenificadas “para prevenir un ataque” y visitas a pueblos extinguidos por inanición, que fueron repoblados y mostrados como ejemplos de prosperidad (como el pueblo de Havrylivka, en Dnipropetrovsk), — así actuaba la URSS.

Foto: Oleg Pereverzev.

“Podía hacerlo (la Unión Soviética) casi impunemente, simplemente explicando: “Bueno, hay una hambruna en nuestro territorio, estamos tratando de ayudar a la gente. Pero no todo está en nuestras manos”. La magnitud de la hambruna se ocultaba. Las resoluciones de los órganos del partido soviético que hicieron artificial esta hambruna se encubrieron. A día de hoy, en Moscú afirman que esta hambruna no fue artificial, basándose en todas las decisiones tomadas durante el periodo estalinista y que ocultaron la verdadera magnitud de la tragedia” — Vitaly Portnikov.

Sin embargo, las pruebas de la terrible hambruna en la URSS llegaron a la prensa extranjera. Así, por ejemplo, el periodista británico Gareth Jones, después de un viaje a la URSS, dio una rueda de prensa en Alemania en marzo de 1933. Afirmó: Ucrania, como parte de la URSS, está sometida a la presión más severa, cientos de personas están muriendo allí de hambre. Otros periodistas, como Malcolm Muggeridge, y varias editoriales de EE. UU. escribieron sobre los sucesos en Ucrania. Pero el problema de estas personas y editoriales era que no tenían tanta influencia como su colega Walter Duranty. Ganador del Premio Pulitzer, cercano al presidente Franklin Roosevelt y único periodista extranjero que entrevistó personalmente a Stalin, por lo que sus artículos prevalecieron. Alegaba que la hambruna era ficticia, que se había exagerado mucho su magnitud y que las dificultades alimentarias temporales eran una etapa natural en la formación de la URSS. La opinión pública le creyó.

Además de las dificultades para acceder a la URSS, en 1933 se prohibió la entrada en la RSS de Ucrania y en Kuban a los extranjeros que se encontraban en territorio de la URSS. Tal decisión de Stalin provocó esos artículos y afirmaciones de periodistas occidentales sobre la situación real en Ucrania. A la prensa, como cuarto poder, se le cortó prácticamente cualquier acceso a fuentes primarias y oportunidades de obtener información. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, incluso las menciones aisladas fueron excluidas del espacio público.

— ¿Hay pruebas?
— Sí. La base de pruebas incluye miles de documentos (abiertos y aún escondidos en los archivos de Moscú), testimonios de cientos de miles de testigos presenciales, investigaciones, pesquisas y muchos otros materiales.

“Todos dicen: demostrad el elemento de destrucción deliberada de la población. El elemento de la destrucción deliberada de la población fue el aprovisionamiento de grano. Esta es la herramienta con la que Stalin se acercó a Ucrania y con la que empezó a castigar a Ucrania” – Roman Podkur.

A día de hoy, el Holodomor ha sido reconocido por 17 países como genocidio. Para lograrlo, fue necesario demostrar la intencionalidad de las acciones contra un grupo específico de personas. Miles de testigos contaron la verdad, y sus historias sirvieron como base para tal reconocimiento. El Holodomor también ha sido definido como genocidio por el propio creador del término y defensor de derechos humanos, Raphael Lemkin. Los testimonios se completaron con documentos de archivo, que fueron accesibles una vez Ucrania obtuvo su independencia. Hoy en día, el trabajo continúa, y los investigadores del Museo del Holodomor siguen entrevistando a testigos presenciales del crimen de genocidio. Se pueden encontrar más historias como estás en la serie de Ukraїner sobre los testigos del Holodomor y en la página web del Museo del Holodomor en el apartado de Testimonios.

Junto a esto, cientos de páginas de documentos siguen bajo llave en los archivos del Kremlin. Lo más probable es que Rusia no abra el acceso a ellos, dado que solo confirmarían el hecho del genocidio de la nación ucraniana.

Preparación del grano para su envío al punto de almacenaje de la granja colectiva G. I. Petrovski. Pueblo Petrovo-Solonykha, región de Mykoláyiv, 1933. – Archivo Central Estatal H. Pshenychnyi de Cine, Foto y Audio documentos de Ucrania.

Las malas cosechas causaron el hambre

Este mito puede considerarse una variación del anterior: es decir, que no hubo Holodomor, sino una hambruna debida a las malas cosechas. Y además, que no existió una política deliberada de Stalin y sus partidarios contra la nación ucraniana.

En realidad, el Holodomor no fue causado por malas cosechas. Fue el resultado de las acciones deliberadas del gobierno soviético — exterminio por inanición — contra los pueblos ucranianos. En 1932 no se registraron condiciones meteorológicas críticas que pudieran haber provocado escasez de grano y la muerte de más de 7 millones de personas. Ese año, en comparación con 1931, se cosechó realmente menos grano (12,8 millones de toneladas frente a 17,7 millones de toneladas en 1931). La razón de una cosecha menor fue la mal concebida política de aprovisionamiento de grano: en los pueblos no quedaba suficiente grano para sembrar los campos, y este se exportaba cada vez más desde la RSS de Ucrania, sin dejar nada para la temporada de siembra. Pero incluso esta cantidad habría sido suficiente para evitar la hambruna, de no ser por la deliberada política de genocidio.

“La dirección regional (del partido — ed.), que conocía bien la situación, nunca mencionaba sequías o lluvias torrenciales. Decían: allí, en alguna zona, pasa algo, pero rara vez. Pero los secretarios del comité regional del partido no mencionaban estas cosas. Es decir, si no las mencionaban ni decían que esta era una de las principales razones del hambre masivo de la población, entonces simplemente esto no ocurrió” — Roman Podkur.

Además, los testigos presenciales afirman que, por ejemplo, en los pueblos y ciudades vecinas situadas a pocos kilómetros al otro lado de la frontera, no hubo hambre. Por ejemplo, las regiones fronterizas de Sívershchyna y Slobozhánshchyna sufrieron, mientras que cerca en Rusia o Bielorrusia no hubo problemas con las cosechas. En caso de desastre natural, más de un Estado debería sufrir las consecuencias.

“Mientras Ucrania mantenga su unidad nacional, mientras su pueblo siga considerándose ucraniano y exija su independencia, hasta entonces será una seria amenaza para el corazón mismo de la idea soviética. No es de extrañar que los líderes comunistas dieran la máxima importancia a la rusificación de este miembro con pensamiento propio de su “unión de repúblicas”, y decidieran transformarlo y adaptarlo a su modelo de nación rusa única. Porque el ucraniano no es ni ha sido nunca ruso. Su cultura, su temperamento, su lengua, su religión, todo es diferente. …Se negó a la colectivización, aceptando más bien la deportación e incluso la muerte. Por ello, era especialmente importante adaptar al ucraniano modelo procrusteano de la persona soviética ideal” Raphael Lemkin, fundador del concepto de genocidio, defensor de los derechos humanos. Artículo: “Genocidio soviético en Ucrania”.

Campesina de la granja colectiva Komintern del distrito de Yampil, en la provincia de Vinnytsia, Savitska A. F. en el campo durante la cosecha de grano. Provincia de Vinnytsia, 1939.

Una tendencia más realista de este periodo es que la hambruna a tal escala se produjo exclusivamente en las regiones donde los ucranianos constituían la mayoría de la población: Kubán, ciertas regiones del Cáucaso Norte y las regiones del Bajo y Medio Volga. En ningún otro lugar de la URSS se aplicó una política de “pizarras negras” que prácticamente acabó con pueblos enteros. Los decretos represivos más odiosos afectaron simultáneamente a Ucrania y Kubán. Los organizadores de la hambruna fueron las mismas personas: Mikoian y Kaganóvich dirigieron personalmente la del Cáucaso Norte, y este último continuó más tarde organizando la hambruna en Ucrania.

A 1 de enero de 1932, la URSS contaba con 2 033 millones de toneladas de cereales en los Fondos Inmutable y de Movilización, y a 1 de enero de 1933, con 3 034 millones de toneladas. Estas reservas bastaban para alimentar a 10 millones de personas en 1932 y 15 millones en 1933 (en comparación, más de 7 millones de personas murieron en 2 años). En 1932–1933, la URSS exportaba pan activamente. A mayo de 1933, se habían exportado a través de los puertos marítimos 2 738 423 toneladas de grano de la cosecha de 1932.

Por cumplir con el 97 % del plan anual de suministro de grano para la exportación (es decir, por la organización del Holodomor), Moscú premió a los altos cargos de la república con dos automóviles. Y el 29 de abril de 1933, el vicepresidente del Consejo de Comisarios del Pueblo de la RSS de Ucrania, Lyubchenko, firmó una orden para la condecoración de los trabajadores del comercio exterior de Ucrania.

Xilografía “Lo que se lleva de Ucrania a Rusia” del álbum de gráficos de Nil Khasevych.

Hubo hambruna en toda la URSS

“Los rusos… esto es Rusia, Bondarevo está a siete kilómetros de nosotros, de Hanusivka, pues las madres tenían lizhnyks (mantas de lana de oveja — ed.), toallas, todo eso lo llevaban allí. Y allí darían un trozo de pan… Rusia no pasaba hambre. Así que, justo al lado, los que eran más fuertes, los que podían mantenerse en pie, llevaron todas las toallas y todo a Rusia. Cambiaron algo, y pudieron sobrevivir. Pero los rusos… justo al lado, vivían bastante bien” (I. M. Povolotsky, 1927, pueblo de Hanusivka, distrito de Novopskogo, región de Lugansk).

El Holodomor de 1932-1933 dejó muchos recuerdos a los testigos que vivían en las fronteras de la RSS de Ucrania con otras repúblicas. En los pueblos vecinos, que ya era territorio ruso, había al menos algo de comida y la posibilidad de sobrevivir. Intentaban escapar no solo a ciudades ucranianas, sino también al este, hacia la RSFS.
En las conversaciones de Stalin con sus allegados, los organizadores del Holodomor, la cuestión de Ucrania tuvo especial importancia. Hay pruebas de ello en numerosas órdenes, actas de reuniones del partido y memorias.

La principal herramienta para exterminar a la población fue la imposición por parte de Moscú de unos planes de aprovisionamiento de grano inalcanzables para Ucrania. De la cosecha de 1932, de 12,8 millones de toneladas de los pueblos ucranianos, se planeaba requisar el 53% del grano, frente al 39% del año anterior, cuando la cosecha bruta fue de 17,7 millones de toneladas. Esto no era suficiente para la existencia fisiológica normal de la población. En realidad, el porcentaje de confiscación alcanzó el 70–75 %, lo que puso al pueblo en peligro de muerte. Para cumplir el plan, l 7 de enero de 1933, el Comité Regional de Kyiv del PC(b)U exigió “confiscar todo el grano disponible, incluidos los llamados fondos siembra”. En esencia, dejaron a los pueblos sin alimentos y sin la posibilidad de sembrar los campos.

El 18 de noviembre de 1932, el Comité Central del Partido Comunista de Ucrania emitió una resolución “Sobre las medidas para reforzar el aprovisionamiento de grano”. Tras ella llegó la práctica de las infames “pizarras negras”. Los comités ejecutivos regionales tomaban decisiones concretas sobre la inclusión de pueblos en dichas “pizarras”. En 1932–1933, el 25 % de los distritos, incluidas 400 granjas colectivas de la región de Járkiv, fueron incluidos en las “pizarras negras”.

Entierro de un activista en el pueblo de Serhiivka, region de Donetsk, pprincipios de la década de 1930.

Los ucranianos no plantaron resistencia

Otro mito popular sobre el Holodomor es una variación del tema “autoinfligido”: si los ucranianos no plantaron resistencia, ellos mismos permitieron que se produjera esta situación. Pero la realidad es todo lo contrario: fue precisamente por la resistencia de los ucranianos por lo que se cometió el Holodomor.

“Los chovinistas rusos, a los que Stalin pertenecía, esencialmente, a pesar de ser bolchevique, simplemente se quedaron en shock por lo que estaba sucediendo en el territorio ucraniano en los años 1917-1920. E incluso después, en las condiciones de la ocupación soviética en Ucrania, la élite económico-partidista seguía hablando de la independencia y, por otro lado, continuaban los levantamientos campesinos y la resistencia a la colectivización” – Vitaly Portnikov.

La absurda política de la URSS, la colectivización forzosa y la redistribución en las granjas colectivas no podía ser percibida positivamente por los propietarios privados. Los que representaban a la gran mayoría de los campesinos antes del inicio de la colectivización. Y era en los pueblos donde vivía hasta el 90 % de los ucranianos. Stalin y sus partidarios procedieron al exterminio total de la población ucraniana por motivos étnicos.

“La población rural estaba prácticamente encadenada a las granjas colectivas, y era imposible liberarse de ella. Por eso esta esclavitud de las granjas colectivas no cesó hasta mediados de 1960. Fue entonces cuando los campesinos empezaron a obtener pasaportes, y con este pasaporte ya podían despedirse de la granja colectiva e irse” — Roman Podkur.

Un grupo de activistas de la Estación de Máquinas Tractores de Borova, distrito de Chernivtsí, región de Vínnytsia, pueblo de Borova, 1936.

Solo en 1930, el 30 % de las protestas campesinas contra el gobierno soviético de toda la URSS tuvieron lugar en Ucrania. Donde participaron cerca de 1,2 millones de personas. Ese mismo año, en los pueblos ucranianos se registraron 2 779 ataques contra activistas, encargados del aprovisionamiento del grano y trabajadores de la GPU. Supusieron el 20,12 % de este tipo de casos en toda la Unión Soviética.

Para poner fin a tales protestas, desde principios de 1930 hasta el 10 de diciembre, según el Departamento Especial del OGPU de la URSS, en Ucrania se desmantelaron (dekulakizaron) 70 407 granjas privadas. Con lo cual 31 993 familias (146 229 personas) fueron deportadas: 19 658 familias al Lejano Norte y 11 935 a Siberia. A pesar de ello, la resistencia de la población no se detuvo aquí.

A medida que se intensificaba la represión y se quitaban poco a poco no solo el grano, sino todos los alimentos, la gente intentaba organizar escondites. Escondían comida en pozos, bajo los aleros, en las paredes y en las chimeneas para mantener a salvo a sus familias. Muchos de estos escondites se descubrían por las patrullas que terminaban confiscando hasta el último grano. La gente también intentaba huir de los pueblos afectados por la hambruna a las ciudades. Algunos iban a pueblos vecinos no habitados por los ucranianos, donde podían encontrar algo de comida y así sobrevivir y salvar a sus familias.

“Shandruk Matvíi Ivánovich, 25 años, miembro de la granja colectiva del pueblo de Leonardivka, de clase media en términos de estatus social, se ríe de los agricultores de la granja colectiva durante uno de los encuentros: “¿Por qué vais a trabajar a la granja colectiva? De todas formas, no vais a tener nada de ella” — (representante del distrito de Kalynivka de la GPU de la RSS de Ucrania, Veretnyk, enero de 1933).

La huida de las granjas colectivas y el sabotaje se convirtieron en otra forma de resistencia. Así, el 13 de julio de 1932, el vicepresidente de la GPU de la RSS de Ucrania, Karlson, informó de que solo en junio se presentaron 14 055 solicitudes para dejar las granjas colectivas (4 754 granjas colectivas de 111 distritos). Ya fuera activamente mediante protestas o pasivamente mediante sabotajes, los ucranianos plantaban resistencia al sistema de poder con todas sus fuerzas, más que en cualquier otro lugar de la URSS. Y más que en cualquier otro lugar de la URSS, pagaron por ello un precio de más de 7 millones de vidas.

Xilografía “Lo que se lleva de Ucrania a Rusia” del álbum de gráficos de Nil Khasevych.

El Holodomor fue organizado por la población local

Los que sostienen este mito afirman: Moscú no fue culpable, sino los funcionarios locales ucranianos, “sus” funcionarios, que aplicaban la política de aprovisionamiento de grano. Sin embargo, a menudo omiten un detalle: los cargos de quienes llevaron a cabo estas acciones. Prácticamente, todos ellos contienen las siglas del Partido Comunista de los Bolcheviques de Ucrania. Es decir, de un modo u otro, cada uno de los involucrados, independientemente de su nacionalidad, era ante todo miembro del partido. Y, por lo tanto, parte del poder de la ocupación soviética. Estas personas no eran “de los suyos” para el pueblo ucraniano.

A pesar de ello, incluso los comunistas ideólogos intentaron aliviar la situación de los ucranianos en tales circunstancias. Algunos activistas locales y miembros del Komsomol (organización juvenil del Partido Comunista — ed.), desconociendo los verdaderos planes del Kremlin, no podían entender cómo alguien podía hacer algo que llevaría deliberadamente a la inanición de cientos de personas en pueblos y ciudades. Por ejemplo, el secretario del Comité del Partido del Distrito de Liubar, Dovzhynov, y el jefe de la Comisión de Control, Basystyi, escribieron al Comité Central del Partido Comunista de Ucrania que “el plan de aprovisionamiento de grano propuesto solo puede cumplirse si se entrega el 58 % de la cosecha bruta, lo cual va en contra de las directrices del partido”. El informe analítico del jefe de la GPU de la RSS de Ucrania, Redens, del 20 de noviembre de 1932, muestra claramente que el descontento en Ucrania se extendía por toda la vertical del gobierno local.

“Nuestro abuelo escondía (alimentos — ed.) en hoyos. En el bosque, en el huerto, en el jardín. Y en el campo. Ponía marcas. Ponía hierba para que se viera bajo la nieve. No sacábamos las remolachas que plantábamos en el huerto. Las desenterraban ya congeladas. Así no se las llevaban. Y nosotros nos lo comíamos. En verano, recogíamos espigas, buscábamos ardillas de tierra, atrapábamos codornices en el prado y comíamos palomas. El abuelo tenía un palomar que nos comimos poco a poco. Cuando desapareció nuestro perro, mi abuelo dijo que se lo habían comido los lobos. Venían y yo los vi. Y luego mi madre contó que nos habíamos comido al perro. Los miembros del Komsomol advertían a sus familiares. Les decían a sus conocidos que escondieran patatas y alimentos para sobrevivir. Luego los fusilaron por eso” – Vasyl Ivánovich Tsyba, nacido en 1928, en el pueblo de Raihorodok en la región de Cherníhiv.

Los funcionarios locales retrasaban deliberadamente la aprobación de los planes de aprovisionamiento de grano, posteriormente se negaban llevarlos a cabo, abandonaron el partido, dejaban sus puestos de trabajo, etc. En la región de Zhytómyr, según la GPU, el jefe del consejo del pueblo de Bondarivka, miembro del partido, Ponomarchuk, en una reunión sobre el aprovisionamiento de grano declaró: “No puedo aceptar el plan, podéis llevarme a juicio y retirar mi tarjeta de miembro del partido”. El gobierno soviético actuaba sin contemplaciones: los ultimátums se llevaban a cabo, castigando severamente la desobediencia. Después de que A. Voltiyanskyi, el delegado en el distrito de Melitópol, se disparara deliberadamente en el antebrazo izquierdo para evitar participar en la extracción de pan, fue condenado a 10 años en un campo de concentración. Tales casos no eran infrecuentes.

Al principio, incluso la alta dirección de la RSS de Ucrania intentó transmitir a Stalin la irracionalidad del aprovisionamiento de grano. Pero este llamó “blandengue” a Kosior, el entonces jefe de la RSS de Ucrania. Después de eso, las represiones no hicieron más que intensificarse. La dirección del partido soviético era muy consciente de lo que realmente estaba ocurriendo en Ucrania en aquel momento. Así lo demuestran numerosos informes y notas sobre la situación real y, junto a ellos, testimonios sobre la intensificación de las medidas para exterminar a la población campesina ucraniana.

Bandera roja temporal en la Fábrica de Máquinas y Tractores de Lozova, otorgada a la granja colectiva “Nueva Vida” de la región de Járkiv en reconocimiento a su destacado trabajo durante la campaña de siembra. Mayo de 1932.

Hace tiempo que se sabe todo sobre el Holodomor

En 1937 se realizó un censo de la población en la URSS. Desde el principio no salió tal como estaba previsto: se llevó a cabo en un solo día. Y tras obtener los primeros resultados del recuento de población, Stalin ordenó que todo se mantuviera en secreto. Para asegurarse de ello, los organizadores del censo fueron reprimidos.

La Unión Soviética intentó por todos los medios ocultar cualquier referencia, documento, registro, publicación que pudieran confirmar el hecho de la muerte de millones de personas en Ucrania. Esto fue facilitado por la maquinaria propagandística que logró silenciar las voces de decenas de periodistas, incluso en los lejanos EE. UU. y el Reino Unido. Bajo extrañas circunstancias, desaparecieron registros de nacimientos y defunciones, se repoblaron pueblos extinguidos y murieron personas (como Gareth Jones, que murió misteriosamente durante un viaje a Mongolia Interior).

Durante mucho tiempo, la única prueba fueron los recuerdos de los supervivientes que consiguieron escapar a otros países. En la década de 1980, James Mace recopiló las memorias de cientos de testigos del Holodomor para una comisión especial estadounidense. En conjunto, superponiendo unos recuerdos con otros, fueron capaces de formar una imagen completa nivelando al máximo el factor subjetivo. Estas memorias demostraron: el Holodomor fue un genocidio de la nación ucraniana. Sin embargo, muchas preguntas siguen abiertas para los investigadores, dado que muchos documentos y archivos aún permanecen cerrados.

Tras el colapso de la URSS, gran parte de los documentos de archivo relacionados con las represiones de 1930 acabaron en Moscú. Allí se encuentran innumerables documentos, testimonios y, muy probablemente, información sobre el número real de personas que fueron asesinadas de hambre. Toda esta información es necesaria para comprender plenamente el crimen cometido en 1932-1933 por el régimen totalitario comunista dirigido por Stalin.

Víctimas de la hambruna. Región de Járkiv, 1933. Foto de la Colección del Cardenal Theodor Innitzer (Archivo de la Diócesis de Viena). Foto tomada por el ingeniero A. Wienerberger. Documentos fotográficos facilitados por la bisnieta de A. Wienerberger, Samara Pierce.

El Holodomor – no es genocidio

El Artículo II de la Convención de la ONU para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio establece:

Se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:
A) Matanza de miembros del grupo;
B) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
C) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;
D) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;
E) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.

La política de la URSS en el territorio de Ucrania estaba dirigida específicamente contra los ucranianos, y eran estos quienes formaban la base de la población campesina. Ningún otro grupo nacional sufrió pérdidas comparables. En ningún otro lugar el estado utilizó tales métodos, excepto en aquellos donde los ucranianos vivían de forma compacta. La evidencia de esto se encuentra en las resoluciones del alto mando de la URSS, registros médicos, libros de registro de defunciones, los relatos de testigos del Holodomor y cientos de otros documentos.

El 28 de noviembre de 2006, la Rada Suprema de Ucrania aprobó la Ley “Sobre el Holodomor de 1932–1933 en Ucrania”, calificando el Holodmor como genocidio del pueblo ucraniano. En mayo de 2009, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) abrió un procedimiento “Sobre el hecho de cometer genocidio en 1932–1933”.

La investigación demostró que el alto mando de la Unión Soviética tenía la intención de exterminar parte de la nación ucraniana, lo que es primordial para demostrar la naturaleza genocida del crimen. Conclusión: la intención puede demostrarse a partir de los hechos y circunstancias pertinentes.

Con la resolución del Tribunal de Apelación de Kyiv del 13 de enero de 2010, se reconoce como probado el Holodomor de 1932–1933 en Ucrania:

– Planificado con el objetivo de reprimir el movimiento de liberación nacional ucraniano e impedir la formación de un Estado ucraniano independiente.

– Cometido mediante la confiscación forzosa de todos los alimentos de los campesinos ucranianos y la privación del acceso a productos de alimentación. Es decir, la creación artificial de condiciones de vida que llevaron a la destrucción física de un componente específico del grupo nacional ucraniano – los campesinos ucranianos.

– Llevada a cabo como una de las etapas de la operación especial contra una parte del grupo nacional ucraniano como tal. Era la nación ucraniana, y no las minorías nacionales, el sujeto de la autodeterminación estatal, y solo ella podía ejercer el derecho a la autodeterminación establecido en la Constitución de la URSS de 1924, separándose de la URSS y formando un Estado ucraniano independiente.

– Organizado por el alto mando del régimen del Partido Comunista Soviético, entre los cuales desempeñaron un papel especialmente importante y activo en la comisión del delito los siete individuos señalados en el caso.

La resolución del Tribunal de Apelación, nombró a 7 individuos clave como culpables del Holodomor:

“El órgano de investigación establece con plenitud y exhaustividad la intencionalidad de Iósif Vissarionovich Stalin (Dzhugashvili), Vyacheslav Mikhaylovich Molotov (Skriabin), Lazar Moiseyevich Kaganovich, Pavel Petrovich Postyshev, Stanislav Vikentievich Kosior, Vlas Yakovlevich Chubar y Mendel Markovich Khatayevich – de exterminar una parte del grupo nacional ucraniano (y no cualquier otro) y ha demostrado objetivamente que esta intención afectaba precisamente al grupo nacional ucraniano como tal”.

El Tribunal prestó especial atención a la disposición sobre el efecto retroactivo de la ley. Basándose en el artículo 7 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de 1950 y el artículo 1 de la Convención de la ONU sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y los Crímenes de Lesa Humanidad de 1968, el Tribunal concluyó que no existían “prohibiciones legales sobre la aplicación retroactiva de la parte 1 del artículo 442 del Código Penal de Ucrania” con respecto a las acciones de quienes cometieron el crimen de genocidio en Ucrania en 1932–1933. Así pues, en el contexto jurídico estatal, Ucrania reconoció el Holodomor como crimen contra la humanidad y genocidio del pueblo ucraniano.

Víctima del Holodmor. Járkiv, 1933. Foto de la Colección del Cardenal Theodor Innitzer (Archivo de la Diócesis de Viena). Foto tomada por el ingeniero A. Wienerberger. Documentos fotográficos facilitados por la bisnieta de A. Wienerberger, Samara Pierce.

Junto con Ucrania, otros 33 países reconocieron el Holodomor como genocidio: Australia, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Canadá, Colombia, Chile, Croacia, República Checa, Ecuador, Estonia, Francia, Georgia, Alemania, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, México, Moldavia, Países Bajos, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Reino Unido, Estados Unidos.

“No se trata solo de un caso de asesinato en masa. Es un caso de genocidio, la destrucción no solo de individuos, sino también de una cultura y una nación. Incluso si fuera posible lograr (la destrucción de culturas y naciones) sin sufrimiento, aun así estaríamos obligados a condenarlo, porque todo lo que conforma a una nación: la afinidad mental, la unión ideológica, lingüística y de costumbres, constituye uno de nuestros medios más importantes de civilización y progreso”, Raphael Lemkin, “El genocidio soviético en Ucrania”.

El material ha sido preparado por

Autora:

Yaroslava Bujta

Valeria Didenko

Editorial:

Bogdán Logvynenko

Yevgenia Sapóshnykova

Experto:

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Traducción:

Svitlana Kazakova

Edición de la traducción:

Yulia Marchylo

Administradora de contenido:

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