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Entre diciembre y enero en Ucrania tiene lugar el período de los festivos invernales con los trajes coloridos, cantos en grupo y acciones brillantes. Una de esas fiestas es la Navidad y las tradiciones de su celebración están entrelazadas con los rituales de los tiempos precristianos.

Casi en todos los países cristianos del mundo se celebra la Navidad el 25 de diciembre, que coincide con los días del solsticio de invierno, que en los tiempos precristianos era el día del nacimiento del sol, el nacimiento del mundo. Debido a eso se ven las raíces precristianas en las tradiciones cristianas actuales.

En Ucrania, dependiendo de la jurisdicción eclesiástica, la Nochebuena se celebra el 24 de diciembre o el 6 de enero, y la Navidad el 25 de diciembre o el 7 de enero. La Iglesia católica romana se rige por el calendario gregoriano, por el que se rige el mundo secular moderno, mientras que las Iglesias ortodoxa y greco-católica de Ucrania utilizan el calendario juliano, que difiere del gregoriano en 13 días.

A partir de 2022, las Iglesias ortodoxas ucranianas pueden celebrar misas navideñas el 25 de diciembre con el consentimiento del sacerdote y los feligreses.

Nochebuena

La Nochebuena se llama Sviatvechir, “noche santa” en ucraniano. Se celebra en familia en víspera del nacimiento del hijo de Dios. Los cristianos creen que los reinos de los vivos y los muertos se entrecruzan en esta noche.

Desde la antigüedad, durante el periodo navideño era importante realizar ciertos rituales para obtener una buena cosecha y la prosperidad del hogar en el año venidero. En Nochebuena se colocaba en la casa el didukh, una gavilla de espigas de centeno o trigo. La gente cree que el didukh trae prosperidad y bienestar a la casa. El didukh terminado se coloca tradicionalmente en una esquina, el lugar más sagrado de la casa en la que están los iconos y donde se sientan los invitados más honrados.

La artesana Olga Saknno, por ejemplo, utiliza el centeno como base del didukh, porque es el símbolo de la vida, pero puede sustituirse por avena, trigo u otros cereales. Decora la base con hierbas adicionales, como lino o siempreviva.

Y al tercer día de Navidad o después, el grano se separa de las espigas y se siembra con ese grano la tierra para una buena y rica cosecha. En algunas regiones, el didukh se quema “junto con todo lo malo que ha ocurrido durante el año”. La artesana Olga Sakhno dice:

— Simbólicamente, sacamos un par de pajillas, fumamos toda la negatividad y despedimos el invierno, lo ahuyentamos. Y todo lo negativo que se ha acumulado en nuestro hogar, las enfermedades, los problemas y malentendidos, los fumamos, salen con el humo.

Nochebuena

Con la aparición de la primera estrella en el cielo, la gente se sienta a la mesa. Sólo se comen platos de Cuaresma, porque Nochebuena es el último día del ayuno de la Natividad (o ayuno de Felipe). El número de platos puede variar: tres, siete, nueve, doce, según la región y la riqueza de la familia.

En algunas regiones, como Boykívshchyna, después de servir el pan en la mesa y encender una vela, la anfitriona coloca dientes de ajo en las cuatro esquinas de la mesa para ahuyentar a las fuerzas malignas.

El plato principal que se sirve en Nochebuena es el kutya. Se trata de unas gachas de trigo cocido con semillas de amapola, nueces y miel. Los granos de trigo se limpian y se lavan, las gachas se ponen a hervir. Luego se añaden semillas de amapola triturada y nueces. Por último, se añade miel a las gachas. A veces se añaden pasas u otros frutos secos.

La bebida tradicional es una bebida de frutos secos llamada uzvar. La kutya y el uzvar se consideran comidas rituales funerarias, ya que las almas de los muertos también vienen a compartir la cena con los vivos.

El pan también es importante. Pero hay muchas formas de prepararlo, que pueden variar incluso dentro de una misma región.

Por ejemplo, en el pueblo de Shershentsi, en Podillia del Este, en Nochebuena se hornean varios tipos de pan, cada uno con su propia finalidad. Uno de ellos es la pomana, un pan ritual que se sirve a los parientes para honrar a los familiares fallecidos. La base de la pomana es una trenza de masa, que se amolda formando un círculo. Sobre ella se colocan dos trenzas en cruz, y los huecos intermedios se rellenan con espiguillas, hechas con cuatro finas tiras de masa. Para amasar la masa, dos amas de casa se colocan cerca de una artesa tallada en sauce y amasan la masa con los puños. La masa lista se deja reposar durante una hora y media para que suba. Cuando trenzan de ella los panes rituales, la llevan al horno caliente.

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Por lo general, en Nochebuena, los ahijados visitan a los propietarios del hogar con un kalach. El kalach es una trenza de masa colocada en círculo. Dentro se ponen dulces y una vela.

El borshch magro con vushka, “orejas”, se sirve en Nochebuena. Las “vushka” se hacen con una masa a base de agua y aceite. La masa se pellizca en trozos pequeños, se extiende con un rodillo, se rellena de setas y se añade al borscht.

Otros platos tradicionales son la sopa de setas, los rollitos de col “golubtsi” de ayuno, el pescado frito o al horno. Y, por supuesto, los varenyky, hechos de masa en forma de medialuna con relleno. El relleno puede ser variado. Normalmente, los varenyky en Nochebuena se hacen con repollo, y también dulces, con ciruelas, pasas o cerezas.

Navidad

A diferencia de la Nochebuena, la Navidad en Ucrania se celebra a lo grande glorificando el nacimiento de Cristo. Sobre la mesa se ponen platos que no son de Cuaresma: salchichas, jamón, pan de jengibre navideño, tortitas y pasteles con rellenos dulces y salados. Las celebraciones navideñas se acompañan de villancicos y representaciones de belenes verteps.

A diferencia de la Nochebuena, la Navidad en Ucrania se celebra a lo grande glorificando el nacimiento de Cristo. Sobre la mesa se ponen platos que no son de Cuaresma: salchichas, jamón, pan de jengibre navideño, tortitas y pasteles con rellenos dulces y salados. Las celebraciones navideñas se acompañan de villancicos y representaciones de belenes verteps.

Koliadky

La tradición de la koliada forma parte de las fiestas desde los tiempos precristianos y continúa hasta el día de hoy. Los villancicos “koliadky” son canciones rituales. El día de la Navidad, los villanciqueros “koliadnyky” van de casa en casa cantando sobre el nacimiento de Cristo, además de alabar a los dueños de las casas y a toda la familia. Por cantar villancicos, los cantores son recompensados con dulces o dinero.

Según una de las versiones, el nombre koliadka (villancico) proviene de la palabra latina calendae, que significa los primeros días del mes. En la antigua Roma, al comienzo del año nuevo se cantaban canciones que deseaban una buena cosecha y prosperidad. Con la llegada del cristianismo, las palabras que glorifican a Cristo y los relatos del nacimiento del Hijo de Dios aparecieron en los cantos rituales.

De este modo, los villancicos combinan antiguos motivos rituales sobre la creación del mundo e historias cristianas. En los nuevos textos de los villancicos también se entretejen motivos folclórico-populares. En la tradición ucraniana, los villancicos se cantan por separado para cada miembro de la familia, niñas y niños, e incluso animales.

La folklorista Halyna Lukianets viajó a los pueblos y ciudades de Slobozhánshchyna y Poltávshchyna y grabó los textos de los villancicos más antiguos. Halyna dice:

— Tenemos grabados muchos villancicos “de boda”. Hay villancicos para el chico, hay villancicos para la chica, y pueden ser sobre una futura boda. Para el chico también pueden ser villancicos militares o de cosacas.

Un grupo de villanciqueros pasea con una estrella en un bastón, símbolo de la Estrella de Belén, que anunció el nacimiento de Cristo e indicó a los Reyes Magos el camino hacia el Hijo de Dios. Las primeras menciones de la koliada con la estrella navideña data en el siglo XVII. Llevar la estrella era una misión honorable, el portador de la estrella era considerado el líder del grupo de villanciqueros.

Desfile de los portadores de estrellas en Lviv

Los ciudadanos de Lviv celebran la Navidad con toda la ciudad. Aquí hay un desfile de los portadores de estrellas. Las calles de Lviv se tiñen de colores brillantes con cada paso de los participantes del desfile, en cuyas manos giran las estrellas navideñas. Grandes y pequeñas, octogonales o con veinticinco puntas, estilizadas como un girasol o decoradas con escenas talladas del nacimiento de Jesucristo — no las hay iguales. Los músicos tocan y la gente canta villancicos.

Como la mayoría de los símbolos navideños, la estrella tenía un significado especial antes de la llegada del cristianismo porque simbolizaba el Sol, la estrella más importante para el pueblo que glorificaba su llegada durante el solsticio de invierno. Hoy en día, en las estrellas se dibujan episodios relacionados con el nacimiento de Cristo.

Además de eso, en Lviv se preparan estrellas tradicionales y temáticas que resuenan con los sucesos actuales. En 2021, apareció en el desfile una estrella de agradecimiento a los sanitarios, que salvaban incansablemente a las personas afectadas por el coronavirus.

Tradicionalmente, las estrellas navideñas se hacen de madera. La base de la figura se inserta en un palo. Los artesanos preparan dos círculos de madera unidos por listones como base. El número de puntas difiere de un artesano a otro. En Ucrania con más frecuencia suele encontrarse las estrellas de ocho puntas.

Kryvorivnia en Hutsulshchyna

En el pueblo de Kryvorivnia, en Hutsulshchyna, los villanciqueros, los habitantes del pueblo y los invitados desfilan hacia el patio de la iglesia en Navidad, después de la liturgia festiva. Los villanciqueros forman un círculo, como símbolo universal del sol, los Berezy (los guías de los grupos de villanciqueros. — Ed.) y los violinistas se alinean dentro. Y comienza la acción que todo el mundo espera durante todo el año.

Bartky (un hacha afilada de punta estrecha. — Ed.) se alzan en el aire, marcando el ritmo; los músicos soplan las trembitas y los cuernos.

La koliada comienza con un baile, cuando los villanciqueros no sólo cantan, sino que también bailan. En Kryvorivnia hay nueve municipios y, en consecuencia, el mismo número de grupos de villanciqueros. Los grupos cantan sus villancicos y dan tres vueltas alrededor de la iglesia, y luego van de casa en casa, saludando así a las casas y a las personas que viven en ellas. La koliada dura unas dos semanas porque hay que visitar todas las casas, y los hombres no están en casa durante todo ese período.

La trembita
La trembita es un instrumento musical de viento tradicional ucraniano en forma de tubo de madera de 2,5 a 8 metros de largo.

Desde que empezó la guerra en 2014, es tradición que uno de los grupos vaya siempre a cantar villancicos a los soldados en el frente.

El padre Ivan Rybaruk bendice a los grupos en Navidad y distribuye el dinero recaudado de la koliada: para la restauración de la iglesia, para las necesidades del ejército y para aquellos que necesiten tratamiento.

Tradicionalmente, las mujeres hutsulas no van a cantar villancicos con el grupo y no forman sus propios grupos. Esto ocurrió probablemente debido a la estructura del sistema doméstico, ya que las mujeres tenían que cuidar de los niños y la granja, mientras que los hombres tenían más fuerza física para sobrevivir. Aun así, el padre Ivan dice que hubo casos en los que las mujeres también fueron a cantar villancicos.

En cada casa se canta de forma diferente. Todo depende de los deseos de los propietarios. Se puede cantar villancicos a toda la familia en general o a cada miembro por separado, incluso a cada niño y animal. Los propios villancicos se llaman tal cual: “Koliada para el anfitrión”, “Kolliada para la chica”, “Koliada para el chico”. La letra de los villancicos difiere en cada pueblo e incluso puede variar entre los grupos.

Cuando los villanciqueros se acercan a una casa en la que quizá no viva nadie, cantan igualmente para que la vida vuelva a ese hogar.

Tras doce días de la koliada, el grupo se reúne para la Rozkoliada en casa de su Bereza, donde le cantan villancicos a él y a su familia. Después de la koliada, beben de la campanita y agradecen la hospitalidad. Bereza y violinista se sitúan en el centro, y a su alrededor los villanciqueros bailan todos los bailes que conocen. Y Bereza se vuelve hacia cada villanciquero, le canta en señal de agradecimiento y le deja besar la cruz. Todos piden a Dios que espere la próxima koliada.

Vertep

Además de la koliada, otra forma de comunicar la alegre noticia es el vertep, que llegó a Ucrania desde el Occidente. Es una representación teatral que narra el nacimiento de Jesucristo y su salvación del enfurecido rey Herodes. En diferentes épocas, el vertep no era solo un recuento de la famosa historia, sino también un reflejo de la realidad moderna. A los episodios bíblicos se añadían personajes y acontecimientos actuales. Así, por ejemplo, los villanciqueros disidentes de los años 60 y principios de los 70 cantaban sobre cómo Herodes ordenó a los soldados asesinar a niños por amor a Ucrania, en referencia a cómo el gobierno soviético reprimía la inteligencia ucraniana que actuaba en contra del régimen totalitario soviético.

En Ucrania, los villanciqueros glorifican a Cristo y desean a la gente Feliz Navidad durante todo el ciclo de las fiestas de invierno.

Uno de los ejemplos del vertep es el proyecto “Mozaika” de Uliana Horbachevska, investigadora de la canción tradicional ucraniana. Es un concierto navideño basado en un belén tradicional. En la obra participan tanto músicos profesionales como colectivos infantiles, que cantan villancicos antiguos en adaptaciones nuevas y experimentales. Uliana organiza la “Mozaika” en iglesias y espacios artísticos de Lviv. En 2022, el concierto sonó por primera vez para todos los oyentes en la plaza central de la ciudad. Así, la autora del proyecto lleva la koliada del ámbito familiar al espacio público.

Disidentes
A los disidentes se les llama a aquellos que en los años 60 y principios de los 80 en la URSS y otros países del “campamento socialista” cuestionaron y criticaron la ideología y política comunista oficial.

En Járkiv, la tradición del vertep fue recuperada en 1989 por la Asociación de Jóvenes Ucranianos. Entonces tuvo lugar el primer vertep, y desde aquel momento no se perdió ni un solo año de koliada. Los héroes de vertep son los tres Reyes Magos, Herodes y sus Guerreros, la Muerte, el Diablo, los Ángeles, Raquel, el presentador y otros personajes. Gracias a los libros, los participantes descubrían qué aspecto tenían los trajes tradicionales y los construían basándose en los recuerdos, ilustraciones y fotografías.

“Herodes” en Komarovo

En el pueblo de Komarove, que durante varios siglos formó parte de las tierras polacas, los habitantes dicen que se ha conservado un ritual navideño especial: “Herodes”. Se trata del teatro de belén Vertep, cuyos participantes narran la historia del nacimiento del Hijo de Dios en nombre del rey Herodes.

En el vertep participan doce jóvenes no casados, que en dos días recorren todo el pueblo y representan la obra de vertep en las casas, siguiendo la ruta que fue trazada por sus antepasados. A los héroes de vertep se les puede dividir en participantes directos de la actuación y alborotadores. Durante la representación, alrededor del personaje principal: Herodes, se sitúan: Skorokhod (el Rapidoandante), que da la vuelta al mundo corriendo y trae la noticia del nacimiento de un nuevo rey, el Hijo de Herodes y el Ángel, que se lleva al Hijo después de la muerte; el Guerrero Mayor, que por orden del Rey, pero en contra de su propia voluntad, mata al Hijo de Herodes; los dos Guerreros Menores con sables. Y mientras dura la obra, el Diablo, la Muerte, dos Judíos y el Rabino molestan a los propietarios y a sus hijos y murmuran algo en voz baja. El Skorokhod recoge el dinero recaudado, pero los alborotadores recurren a trampas y piden a los miembros de la familia una recompensa aparte. También paran a los coches y piden una “monedita”. Si los conductores no ceden, los villanciqueros entablan una conversación con ellos, bromean y al final reciben su deseada “monedita”. Los niños salen de los patios para jugar con el Diablo o huir de la Muerte. Y los Judíos no dejan pasar a nadie así como así. En algunas casas, los participantes del vertep paran para comer algo y cambiarse los trajes. Tras varias actuaciones, las cuerdas vocales de los chicos se cansan, así que los Guerreros cambian sus disfraces con los alborotadores silenciosos.

Moșul în deal

En el pueblo de Orlivka, situado a 4 kilómetros de Rumanía y a 20 kilómetros de Moldavia, donde los lugareños se comunican casi exclusivamente en rumano, han conservado el ritual navideño Moșul în deal (en rumano: “El abuelo en la colina”). Aquí, la Navidad se celebra el 25 de diciembre. Moșul es un espíritu que ahuyenta a las fuerzas malignas en la noche de Navidad y trae prosperidad a la casa en la que se aloja. Si el propio Moşul es un espíritu bueno o malo — las opiniones se dividen.

Los habitantes se preparan para el ritual desde principios de diciembre: elaboran la máscara de Moşul con lana de conejo decorada con flores y cintas, crean disfraces, ensayan villancicos y el horo, un baile colectivo tradicional de Bulgaria, Rumania y otras naciones balcánicas. En víspera de la fiesta, el 23 de diciembre, los participantes del ritual tejen con juncos secos el mechuke, unos palos de aproximadamente un metro con los que los jóvenes golpean contra el suelo, ahuyentando a los malos espíritus.

El ritual Moşul în deal comienza con que el grupo de villanciqueros corren por las calles y paran los coches, felicitando a los conductores con las próximas fiestas. Delante de ellos va el grupo mayor con uniforme de marinero, que anuncia la llegada del espíritu Moşul, seguido va el grupo más joven con uniforme militar. Todos ellos guían a Moşul. Los chicos preguntan a los conductores sus nombres y cantan un villancico personalizado.

A veces, los grupos se colocan en círculo en la carretera y bailan el horo alrededor del Moşul al son de las melodías tradicionales interpretadas con el clarinete y el tambor. La música es interrumpida por el sonido del mechuke golpeado contra la tierra. El maratón entre los coches se acaba cuando anochece en la calle. Entonces los dos grupos de Moşul se reúnen en el centro del pueblo. Juntos celebran la fiesta venidera y se separan para cantar villancicos en sus calles.

Los anfitriones agradecen a los villanciqueros con dinero y, a veces, con kalaches. Si hay una hija no casada en la casa, los dueños tienen que dar a los villanciqueros ese pan festivo, que ellos cuelgan en un palo.

Orlivka se divide en dos partes: Piatre (en rumano: piatră — piedra) y Padure (en rumano: pădure — bosque). El 25 de diciembre, dos Moşuls se juntan en el centro y luchan por el honor de su parte del pueblo.

Los Moşul de la parte de Piatre y Padure se encuentran en medio del baile conjunto horo. Se pegan entre ellos con cascabeles y corren en círculo. Tras la danza, los grupos alzan a Moşul en el aire. Los “Espíritus” saludan al público, se dan la mano y bailan.

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Todos estos preludios les lleva al acontecimiento principal: la lucha. Los Moşuls se entrelazan con palos en un duelo y se empujan uno al otro. Les ayuda un grupo que sujeta a los luchadores por las piernas. Gana el que le tira al otro al suelo. Los villanciqueros de ambas partes del pueblo saludan al alcalde del pueblo y otros invitados ilustres, bailan el horo y cantan villancicos juntos y golpean el mechuke aún más fuerte contra el suelo.

Entonces levantan al Moşul para el último ritual: el reparto de los kalaches. Los espectadores extienden sus manos y atrapan trozos de pan. Las celebraciones en el centro del pueblo continúan con un concierto de los colectivos locales, y los villanciqueros organizan una mesa festiva conjunta con el dinero recaudado para celebrar el final exitoso del ritual Moşul în deal.

Koliada en tiempos de la URSS

En el período soviético, las prohibiciones de la cultura ucraniana obstaculizaron el desarrollo de las tradiciones ucranianas, por lo que su cumplimiento tenía lugar en la clandestinidad. Las autoridades soviéticas restringieron y a menudo prohibieron completamente la koliada (así como cualquier recreación pública de las tradiciones y rituales ucranianos), a los villanciqueros se les perseguía y arrestaba.

Por aquel entonces, en los pueblos montañeses de Hutsúlschyna, se cantaban villancicos en lo alto, es decir, en los pueblos situados en lo alto de las montañas, para que nadie pudiera verlos. La probabilidad de que alguien fuera a las montañas a comprobar si había koliada o no era muy pequeña. A veces, los textos de los villancicos podían reescribirse a propósito, sustituyendo, por ejemplo, a Jesus por Lenin, para evitar la persecución del KGB.

El disidente ucraniano Myroslav Marynovych recuerda cómo organizaron por primera vez su vertep en Kyiv.

— Entonces era algo impensable ir con un vertep en Navidad. Fuimos el 31 de diciembre e incluso entonces nos disfrazamos. La policía arrestó a nuestro dirigente Mykola Matusevych por 15 días. Le provocaron, como si fuera una pelea, y lo encarcelaron. Pero fuimos igualmente [a cantar villancicos] de todos modos.

Más tarde, tanto Matusevych como Marynovych serían detenidos de nuevo, y antes de eso serían citados repetidamente para ser interrogados. Marynovych recuerda que el grupo de villanciqueros tenía unas reglas: obligatoriamente llevar consigo el pasaporte, no llevar alcohol en ninguna ocasión e ir siempre juntos para que la policía no pudiera sacar a nadie del grupo y arrestarlo. Así pasaba su koliada.

En Járkiv, en 1982—83, existían los “escuadrones parentales”, que durante la koliada se colocaban en los portales de los edificios para que nadie pudiera entrar.

Uliana Horbachevska, de Lviv, también recuerda:

— Recuerdo los principios de los 80, en la secundaria, incluso antes. Mi padrino nos sentaba en el coche a mí, mi hermana y mi prima y nos llevaba con sus familiares, amigos, pero gente muy de fiar que no nos traicionaría.[…] Y así recordé desde la infancia que la Navidad es algo sacral, oculto, algo muy,muy,muy importante.

El gobierno de la URSS intentó extinguir la cultura ucraniana, al igual que las autoridades rusas intentan destruir todo lo ucraniano. Pero a pesar de todo, los ucranianos siguen valorando sus tradiciones y reviviendo aquellas que fueron olvidadas.

El material ha sido preparado por

Fundador de Ukraїner:

Bogdán Logvynenko

Preparación del texto:

Dasha Titárova

Diana Gorban

Jefa de redacción en ucraniano:

Yevgenia Sapóshnykova

Editor de fotos:

Yurii Stefanyak

Administradora de contenido:

Yana Rusyna

Traducción:

Samira Suleimanova

Jefa de redacción en español,

Edición de la traducción:

Svitlana Kazakova

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