Irpín, Bucha, Gostómel y toda la región de Kyiv han sido liberadas de las tropas rusas. Junto con la alegría por la noticia de la liberación de la región de Kyiv, llegan noticias terribles sobre la magnitud de la violencia contra los lugareños. El enemigo dejó ciudades destruidas, muchas muertes y huellas de crímenes de lesa humanidad.
1.04 Irpín, Polissia
Los soldados ucranianos haciéndose una foto con la bandera en el puente destruido en Irpín de fondo.
Foto: Gleb Garanich para Reuters
1.04 las afueras de Kyiv
Una ciudadana llora y abraza a un periodista. Las fuerzas armadas ucranianas limpian las afueras de Kyiv de los restos de las tropas rusas.
Foto: Rodrigo Abd para AP News
02.04 Gostómel, Polissia
Un soldado ucraniano con el avión de carga An-225 «Mriya» («Sueño» en ucraniano) de fondo, destruido por los invasores rusos, que era el más grande del mundo.
Foto: Telegraph
02.04 Járkiv, Slobozhánshchyna
El retrato del jefe de la administración regional de Járkiv, Oleg Syniegúbov, en su oficina después de un ataque con misiles.
Foto: Pável Gotogoy
2.04 Lviv, Halychyná
Las esculturas en la iglesia de la guarnición en Lviv se envolvieron para protegerlas de los posibles daños.
Foto: Yurii Stefanyak
02.04 Kyiv
Iryna y Oleg sostienen a su hijo, que nació el 25 de marzo. Iryna se quedó en Kyiv para apoyar a su marido.
Foto: Paula Bronstein para The Times
1.04 Járkiv, Slobozhánshchyna
Las enfermeras del hospital de maternidad que e trasladó bajo tierra debido a los bombardeos constantes.
Foto: Marcus Yam
2.04 Járkiv, Slobozhánshchyna
Los ciudadanos adaptándose a la vida en el metro de Járkiv.
Foto: Kirill Gonchar
1.04 Kyiv
En completo silencio, un hombre contempla la Catedral de Santa Sofía. 1 minuto después de la notificación de alerta aérea.
Foto: Zhenia Perutska
1.04 las afueras de Kyiv
Zinaida, de 65 años, está de pie junto a un cráter que se formó después de que una bomba cayera detrás de su casa.
Foto: Rodrigo Abd para AP News
3 y 4 de abril
Las terribles fotos de los cadáveres de los ciudadanos de Kyiv abandonados en las calles o enterrados apresuradamente continúan conmocionando a los ucranianos y al mundo entero. La «operación de rescate» de las tropas rusas en realidad está cometiendo un genocidio contra los ucranianos. Por primera vez en seis semanas, el presidente de Ucrania, Volodýmyr Zelénskyi, salió de Kyiv para ver las consecuencias de la ocupación rusa en la Bucha liberada.
04.04 Bucha, Polissia
Una mujer besa a un hombre mientras cocina en un fuego abierto cerca de una finca, donde desde el comienzo de la invasión rusa no ha habido electricidad, agua ni gas.
Foto: Vadim Ghirda
04.04 Bucha, Polissia
Volodýmyr Zelénskyi durante su visita a Bucha dijo que los crímenes de guerra del ejército ruso serán reconocidos por el mundo como genocidio.
Foto: Ronaldo Schemidt para AFP
03.04 Bucha, Polissia
Algunos ciudadanos enterraron a sus parientes o vecinos muertos en los patios traseros, algunos en el bosque.
Foto: Rodrigo Abd
04.04 Bucha, Polissia
Una ciudadana de Bucha, que sobrevivió a la ocupación rusa.
Foto: Vadim Ghirda
04.04 las afueras de Kyiv
Al salir de la región de Kiev, el ejército ruso minó carreteras, guarderías, escuelas, automóviles y los cuerpos de los muertos.
Foto: Rodrigo Abd
03.04 Bucha, Polissia
Las emociones de un residente local que ha estado viviendo bajo la ocupación rusa durante el último mes.
Foto: Telegraph
04.04 Bucha, Polissia
El hombre muestra la entrada al sótano, donde están enterrados los cuerpos de los civiles asesinados por el ejército ruso.
Foto: Vadim Ghirda
04.04 Bucha, Polissia
Según el Ministerio del Interior, al menos 400 personas murieron durante la ocupación rusa de Bucha.
Foto: Mikhail Palinchak
03.04 las afueras de Kyiv
Cadáveres al costado de la carretera a 20 km de Kyiv. Los militares rusos asesinaban a tiros a las personas que intentaban evacuarse en la dirección del oeste.
Foto: Mikhail Palinchak
03.04 Bucha, Polissia
Los militares ucranianos ondean la bandera estatal en un puesto de control liberado de los invasores en la región de Kyiv.
Foto: Telegraph
5 y 6 de abril
Después de la liberación de las ciudades y pueblos ucranianos ocupados, los residentes reciben ayuda humanitaria y los policías investigan los crímenes de guerra. El mundo todavía está intentando asimilar la magnitud de la tragedia de Bucha y la comunidad continúa presionando a los políticos europeos para que endurezcan las sanciones.
6.04 Berlín
Miles de personas se acostaron en el suelo frente al Bundestag como parte de la campaña «¡Dejad de prometer, es hora de actuar!»
Foto: Sophie Tychonenko para OnFire
5.04 Bucha, Polissia
Un niño de seis años lleva conservas, zumo y flores a la tumba de su madre, que murió de hambre y estrés durante la ocupación rusa.
Foto: Rodrigo Abd para AP Photo
6.04 Járkiv, Slobozhánshchyna
Tropas militares de la defensa territorial frente a un automóvil que se acerca al puesto de control después del toque de queda.
Foto: Chris McGrath
6.04 Bucha, Polissia
La residente local Larisa está llorando por la posibilidad de sostener el pan, que fue traído por voluntarios junto con otra ayuda humanitaria.
Foto: Alexey Furman para Getty Images
6.04 Járkiv, Slobozhánshchyna
Cuatro animales fueron rescatados del ecoparque bajo fuego: dos cachorros de león, un jaguar y una pantera.
Foto: Kirill Gonchar
06.04 Borodyanka, Polissia
Los hombres montan en bicicleta cerca de un edificio de apartamentos en ruinas en el pueblo de Borodyanka liberado.
Foto: Vadim Ghirda para AP Photo
06.04 Roma
El Papa Francisco sostiene una bandera ucraniana que le enviaron desde Bucha, donde el ejército ruso cometió crímenes de guerra.
Foto: Remo Casilliâ para REUTERS
5.04 Borodyanka, Polissia
Una muñeca étnica ucraniana, llamada motanka, se encuentra entre las ruinas de una casa.
Foto: Oleksandr Jomenko
6.04 Bucha, Polissia
Decenas de cuerpos fueron transportados al cementerio, donde la policía registra las huellas del asesinato de cientos de civiles en Bucha.
Foto: Rodrigo Abd para AP Photo
6.04 Prípyat, Polissia
En la Zona liberada de Exclusión de Chornóbil, los militares ucranianos establecieron la bandera ucraniana.
Foto: Ratushnyak Oleksandr