La guerra de Rusia contra Ucrania no solo es un crimen contra miles de ucranianos pacíficos, sino también una amenaza para la seguridad ambiental del mundo entero. Durante décadas, el gobierno ruso recibía miles de millones en ingresos por la venta de recursos naturales: petróleo, gas natural, madera y minerales metálicos. Destruyendo sistemáticamente el medio ambiente, el régimen de Putin gastó dinero en la compra de armas letales, con las que ahora está destruyendo a la población y las riquezas naturales de Ucrania.
El ecocidio enfocado de Ucrania y del mundo continúan. Basta con mencionar algunas de las acciones chillantes de la Federación de Rusia en el territorio de Ucrania:
Desde el primer día del ataque, el ejército ruso ha sido conocido por el terrorismo nuclear. El 24 de febrero ocuparon las instalaciones de la central nuclear de Chernobyl, incluidas las instalaciones de almacenamiento de combustible nuclear gastado y las instalaciones de “Refugio”. Debido al movimiento de vehículos blindados el fondo de radiación alrededor de la zona de exclusión ha crecido. La noche del 4 de marzo, las tropas rusas dispararon contra la planta de energía nuclear de Zaporizhzhya, que es la más grande de Europa, y finalmente ocuparon la estación y colocaron equipo militar en su patio.
El 6 y 10 de marzo, los invasores dispararon a una instalación nuclear en el Instituto de Física y Tecnología de Kharkiv. Al igual que las centrales nucleares, este tiene el estatus de agente nuclear. En caso de destrucción física de la instalación, pueden salir combustible nuclear y elementos radiactivos.
El 25 de febrero, a 12 millas del puerto marítimo ucraniano Pivdennyi en la ciudad de Yuzhne cerca de Odessa, un barco militar ruso disparó contra un buque cisterna para productos químicos Millennial Spirit bajo la bandera de Moldavia que transportaba 600 toneladas de petróleo y diésel. En caso de fuga, podría amenazar a todos los organismos vivos en esta parte del Mar Negro.
El 26 de febrero, las defensas aéreas ucranianas derribaron un misil ruso, que fue dirigido hacia la presa del embalse de Kyiv, ubicado al norte de Kyiv. Si se destruye la presa, existe la amenaza de la inundación de casi un trillón de habitantes de Kiev y grandes áreas alrededor de la ciudad. Además, podría destruir otras presas en el Dniéper e incluso provocar un accidente en la planta de energía nuclear de Zaporiyia.
Las tropas rusas han disparado repetidamente contra las bases petrolíferas. El 27 de febrero, un bombardeo de este tipo en el pueblo de Kryachky (región de Kyiv) provocó un gran incendio, que se extinguió en pocos días.
Y el 28 de febrero, bombas de vacío rusas hicieron estallar tanques de petróleo en Okhtyrka (región de Sumy).
El 3 de marzo, un misil ruso alcanzó un depósito de petróleo en Chernihiv, incendiando tanques con una capacidad total de 3.000 m³ de combustible diésel. Y el 7 de marzo, los rusos atinaron en las bases petroleras de Zhitomir y Chernyajov.
Los incendios en los depósitos de petróleo son peligrosos para el medio ambiente debido a la concentración de productos de combustión en el aire y la entrada de productos petrolíferos en el suelo.
El 2 de marzo, el agroholding Ukrlandfarming anunció que sus granjas avícolas Chornobayiv (cerca de Kherson) y Bohodukhiv (cerca de Kharkiv), así como la fábrica avícola Okhoche de Kharkiv, se quedaron sin la posibilidad de alimentar aves de corral y exportar productos acabados, lo que amenaza con morir a millones de pollos y puede causar un desastre ambiental.
¿Qué puede hacer la comunidad internacional para detener a Rusia?
– Deja de comprar materias primas (incluidos petróleo y gas) de Rusia.Se debe privar al Estado terrorista de la oportunidad de financiar crímenes de guerra, y las empresas que violen el embargo deben pagar una multa.
– Proteger las instalaciones de infraestructura crítica de Ucrania. El Ministerio de Protección Ambiental y Recursos Naturales de Ucrania ya ha pedido a la ONU y la OTAN que proporcionen una zona de exclusión aérea sobre las instalaciones de energía nuclear de Ucrania.
– Diriguirse a tribunales y arbitrajes internacionales. Los crímenes contra Ucrania tienen una clara dimensión legal internacional y Rusia debe ser castigada por ellos.
Los ataques a instalaciones nucleares y depósitos de materiales nucleares, la causacion de daños extensos, duraderos y graves al medio ambiente como resultado de ataques a tanquse y depósitos de petróleo, son una violación directa de las Convenciones de Ginebra para la Protección de las Víctimas de los Conflictos Armados Internacionales. Según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, tales acciones constituyen un crimen de guerra.
Las tropas rusas están destruyendo deliberada y sistemáticamente objetivos que no son militares. El agresor está destruyendo el ecosistema de Ucrania y amenaza al mundo entero. Esto es terrorismo ambiental, que no debería tener lugar en el siglo XXI.