«Te guste o no te guste, te aguantas, mi hermosa», dijo Putin sobre Ucrania durante una conferencia de prensa a principios de febrero de 2022. Esta velada amenaza de coerción y violencia sexual por parte del presidente ruso insinúa las peculiaridades de las políticas interior y exterior de Rusia, así como la mentalidad de sus ciudadanos. Describe literalmente el comportamiento del ejército ruso, que utiliza como arma la violación y el terror en la población civil. Los ocupantes están violando en masa a ucranianos y a ucranianas de todas las edades y géneros, mientras que sus esposas no solo la aprueban sino que también fomentan la violencia.
Explicamos por qué la violación en la guerra es un IOR), organizaciones radicales de la derecha y ucraninofóbicas como, por ejemplo, «Águila Bicéfala», «Unión de Ciudadanos Ortodoxos», el movimiento «Sorok Sorokov», «Resistencia de los Padres de toda Rusia», etc.
En 2019, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ordenó a Rusia fortalecer la legislación sectorial para combatir la violencia doméstica. La condición previa era una demanda presentada por una mujer rusa que había sido abusada y acosada sexualmente por su expareja. Era de esperar que el caso no tuviera éxito, porque en 2015 Putin aprobó enmiendas a la ley «Sobre el Tribunal Constitucional de la Federación Rusa», lo que le permitió no reconocer la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En el contexto de la guerra con Ucrania, el 11 de junio, el presidente de la Federación Rusa firmó una ley sobre el incumplimiento de las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, adoptadas después del 15 de marzo de 2022.
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Mientras tanto, Ucrania es uno de los países autores del Convenio de Estambul («Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica»), que firmó entre los primeros países el 11 de noviembre de 2011. Este documento tiene como objetivo proteger a las personas de la violencia doméstica y la violencia de género. Durante diez años, las fuerzas prorrusas y conservadoras han impedido la ratificación del documento. La sociedad civil ucraniana realizó protestas, manifestaciones, campañas en los medios de comunicación en apoyo de la Convención de Estambul y dos peticiones al presidente exigiendo su aprobación obtuvieron 25.000 votos cada una. Finalmente, el 22 de junio de 2022, Ucrania ratificó el Convenio de Estambul como uno de los requisitos para obtener el estatus de candidato a miembro de la UE.
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¿Que dice la ley?
La violación y otros delitos sexuales en la guerra son transgresión de las leyes y costumbres de la guerra, así como de las normas del derecho internacional humanitario – Artículo 27 de la Convención de Ginebra (1949) y el Protocolo Adicional a las Convenciones de Ginebra (12 de agosto de 1949) . Tales acciones (desnudamiento forzado, esterilización forzada, prostitución forzada, etc.) se clasifican como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. En 1998, el Tribunal Internacional para Ruanda definió por primera vez la violación como un medio para cometer genocidio. En 2000, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en La Haya calificó la violación como un crimen contra la humanidad.
Según el derecho internacional ratificado en Ucrania, varias formas de violencia sexual se incluyen en la definición de tortura: actos crueles e inhumanos que degradan la dignidad humana. La ley ucraniana no define el concepto de «crimen de guerra» y no clasifica la violación como un crimen de guerra separado. Pero la «violación de las leyes y costumbres de la guerra» conlleva una pena de prisión de 8 a 12 años.
Los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad son investigados por la Corte Penal Internacional de La Haya de conformidad con el Estatuto de Roma y teniendo en cuenta los estatutos y la experiencia de los tribunales internacionales en la ex Yugoslavia y Ruanda. Según el derecho internacional, tales crímenes no tienen plazo de prescripción. Esto significa que los violadores militares rusos serán buscados hasta que sean encontrados y condenados. Los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad implican responsabilidad de mando. Es decir, no solo los violadores sino también sus comandantes serán castigados por la violación. Además, los criminales de guerra no pueden ser amnistiados.
De acuerdo con la ley de Ucrania, los delitos contra la libertad y la inviolabilidad sexuales son: violación, violencia sexual, coacción sexual, actos de naturaleza sexual contra un menor de 16 años, abuso de menores y acoso de un niño. En 2019 entró en vigor en Ucrania una definición actualizada de violación. Actualmente este delito se tipifica sobre la base de la falta de consentimiento voluntario de la persona. Anteriormente, era necesario probar el hecho de la amenaza de violencia física o su comisión, o que el delincuente se aprovechó del estado de indefensión de la víctima. Cabe recordar que personas de ambos sexos sufren delitos sexuales, aunque las estadísticas están muy inclinadas hacia las mujeres afectadas.
La violación como arma
La historia está llena de casos desafortunados de mujeres que sufrieron en masa violaciones y otros delitos sexuales durante las guerras. El historiador británico Antony Beevor estima que alrededor de 2 millones de mujeres europeas fueron violadas por el ejército soviético durante la Segunda Guerra Mundial. En su libro Berlín. La caída:1945, informa sobre numerosos delitos sexuales cometidos por soldados del Ejército Rojo en Prusia Oriental. Estos documentos, por cierto, ahora se guardan en el Archivo Estatal de la Federación Rusa. Muchas mujeres se atrevieron entonces a matar a sus hijos y suicidarse, solo para evitar caer en manos de los violadores. La historiadora alemana Barbara Johr estima que solo en Berlín, los soldados soviéticos pudieron haber violado hasta 600.000 mujeres. Los horribles detalles de la violencia masiva son narrados en los libros de la física Gabriele Kopp ¿Por qué nací niña?, la periodista Marta Hillers «Una mujer en Berlín» y otras víctimas.
El 3 de abril, la Embajadora del Reino Unido en Ucrania, Melinda Simmons, calificó la violación como un arma que el ejército ruso está utilizando deliberadamente en Ucrania. La historia indica que Rusia ha perfeccionado este tipo de armas durante años.
Durante la Guerra de Bosnia y el genocidio de Srebrenica (1992-1995), las tropas serbias establecieron «campos de violación» y burdeles forzados en hoteles locales. El hotel Vilina Vlas trágicamente famoso, que fue un campo de concentración y uno de los lugares centrales de la violencia masiva. Unos 200 bosnios fueron detenidos, violados y golpeados ahí. Según la Asociación de Mujeres Víctimas de la Guerra, menos de diez mujeres sobrevivieron al encarcelamiento en Vilina Vlas. En total, entre 20.000 y 50.000 mujeres se vieron afectadas por violaciones y otros delitos sexuales durante la guerra de Bosnia. También hubo hombres heridos. El informe de Amnistía Internacional de 2017 afirma que decenas de miles de víctimas aún no han recibido una compensación y castigo adecuados para sus perpetradores. Fue en Bosnia, del lado del ejército serbio, según la escritora ucraniana Oksana Zabuzhko, donde Igor Girkin, el terrorista de la llamada República Popular de Donetsk y de la República Popular de Luhansk reconocido como criminal de guerra, comenzó su «carrera», de acuerdo con la escritora ucraniana Oksana Zabuzhko. Según Srdj Pavlovic, un erudito y escritor montenegrino, en 2014 Girkin utilizó la experiencia bosnia de terror civil en la región de Donetsk. Aparentemente, durante la invasión a gran escala de Ucrania, el ejército ruso está utilizando nuevamente esta vergonzosa estrategia.
El ejército ruso violó masivamente a civiles durante la Primera (1994-1996) y la Segunda (1999-2009) Guerras Ruso-Chechenas. El campo de filtración más famoso existió sobre la base de un centro de detención preventiva en el pueblo de Chernokozovo, distrito de Naur, República Chechena de Ichkeria. La violación se utilizó como una forma de tortura. Uno de los muchos crímenes se hizo resonante. El 27 de marzo de 2000, el coronel del ejército ruso Yuri Budanov secuestró, violó, estranguló y enterró a la niña chechena de 18 años Elsa Kungaeva. El violador y asesino fue sentenciado a solo 10 años de prisión y luego liberado anticipadamente. En 2011, Budanov fue asesinado a tiros por chechenos en pleno día en Moscú.
Durante los ocho años de la guerra ruso-ucraniana en las regiones de Donetsk y Luhansk, miles de personas sufrieron delitos sexuales. Los informes de las ONGs y medios de comunicación se trata de desnudamiento forzado, violación en grupo, esclavitud sexual, prostitución forzada, esterilización forzada y otras formas de violencia y tortura. La Asociación de Mujeres Abogadas de Ucrania YurFem cita datos de la ONU que de 2014 a 2021, el 3,1% de los hombres y el 8,2% de las mujeres detenidos por el ejército ruso en los territorios temporalmente no controlados de las llamadas República Popular de Donetsk y de la República Popular de Luhansk sufrieron de violación sexual. En la zona de guerra, señala YurFem, una de cada tres mujeres es víctima o testigo presencial de este crimen. Entre los hombres, este es uno de cada cuatro.
Ilustración: @anna_grin_art
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Ucrania apeló dos veces, en 2014 y 2015, ante la Corte Penal Internacional de La Haya por los crímenes de guerra de Rusia en nuestro territorio. En 2018, la coalición de organizaciones de derechos humanos Justicia para la Paz en Donbás presentó a la Corte Internacional de Justicia más de 100 páginas de pruebas documentadas de delitos sexuales sistémicos cometidos contra hombres y mujeres ucranianas en la zona de guerra del este de Ucrania. Después de la invasión a gran escala de la Federación Rusa el 24 de febrero, se inició un nuevo juicio por el genocidio del pueblo ucraniano. Y el 3 de marzo, el grupo avanzado de la Corte Penal Internacional llegó a Ucrania para investigar los crímenes de guerra de Rusia.
En mayo, se inició el primer proceso judicial por violación durante la guerra a gran escala entre Rusia y Ucrania. Un militar ruso en estado de ebriedad que disparó a un ucraniano en su casa en la región de Kyiv será juzgado. Después de eso, el ocupante violó repetidamente a la esposa de la víctima, amenazándola con asesinar y violentar a su hijo pequeño, que se escondía cerca en la sala de calderas.
La crueldad del ejército ruso
El 23 de marzo, apareció la primera sospecha oficial de violación de una mujer ucraniana por parte del ejército ruso. La información fue publicada por la Fiscal General de Ucrania Iryna Venediktova en su página de Facebook. El criminal irrumpió en una casa privada en un pueblo cerca de Brovary y le disparó al propietario. Luego, junto con otro soldado, violó repetidamente a la esposa del hombre asesinado al lado del hijo de ella.
A fines de mayo, la Comisionada de Derechos Humanos del parlamento ucraniano, Lyudmila Denisova, informó que la línea directa de la Comisionada ya había recibido 1.500 denuncias de violaciones y torturas por parte del ejército ruso. Los números reales, lamentablemente, son mucho más altos, porque no todas las víctimas están dispuestas a hablar de sus experiencias debido a la estigmatización de este problema en la sociedad y por el miedo a los invasores. Se desconoce exactamente cuántas de esas personas no pueden ser evacuadas de los territorios temporalmente ocupados. Algunas de las mujeres heridas fueron torturadas hasta la muerte por el ejército ruso, por lo que sus cuerpos serán examinados para confirmar o descartar que fueron violadas antes de morir.
Gran parte de la evidencia proviene de organizaciones comunitarias voluntarias, psicológicas y de otro tipo. Algunas víctimas ya se han puesto en contacto con la línea directa de La Strada-Ucrania. La presidenta de la organización, Kateryna Cherepakha, dijo que la mayoría de las víctimas llaman desde los territorios ocupados, por lo que todavía es imposible ayudarlas debido a las hostilidades activas.
Ilustración: @mrsklrv
Durante la guerra a gran escala en Ucrania, los militares rusos demostraron ser saqueadores y ahora han sido particularmente crueles con la población civil. Las conversaciones telefónicas interceptadas por el Servicio de Seguridad de Ucrania dan todas las razones para pensar que la humanidad está simplemente atrofiada en su sistema de valores. Los soldados rusos ni siquiera tratan de ocultar su crueldad. Uno de esos casos elocuentes fue contado por la Comisionada de Derechos Humanos del parlamento ucraniano, Lyudmyla Denisova. En la región de Kyiv, los ocupantes rusos les dijeron a las niñas menores de edad que las violarían para que nunca más quisieran estar cerca de ningún hombre y dar a luz niños ucranianos. Esta crueldad consciente y la intención deliberada de torturar a civiles solo porque son ucranianos pueden verse como parte del genocidio del ejército ruso contra el pueblo ucraniano.
El ejército ruso maltrata a mujeres y hombres, independientemente de su edad o estado de salud: niños, adolescentes y ancianos. Deliberadamente violan y mutilan, lo graban en video y consideran estos crímenes casi como sus trofeos militares. Por ejemplo, un ocupante ruso de apellido Bychkov envió un video a sus camaradas militares después de abusar sexualmente de un bebé. Lamentablemente, este no es el único caso de violación de infantes y menores. También hubo un caso de violación de un hombre discapacitado de 45 años que no pudo unirse a la resistencia y se quedó en casa.
Sin embargo, muy pocas víctimas recurren a la policía. Los crímenes de los militares rusos a menudo salen a la luz por las llamadas telefónicas interceptadas por el Servicio de Seguridad de Ucrania. La Comisionada de Derechos Humanos Larysa Denysenko enfatiza que todos esos mensajes deben ser estudiados cuidadosamente por las fuerzas del orden público. En sus conversaciones, los ocupantes comparten con sus compañeros de armas y familiares historias sobre sus terribles «logros» en Ucrania: cuentan en detalle sobre la violencia contra mujeres y niños, bromeando sobre lo que han hecho. Por ejemplo, a la esposa de un soldado ruso le divirtió la historia de tres tanquistas que violaron a una niña de 16 años.
Los reporteros de Esquemas identificaron a otra pareja rusa de una conversación interceptada de manera similar: Roman y Olga Bykovsky, de 27 años. La esposa se rió y permitió que el esposo del ocupante «violara a mujeres ucranianas» pero con la condición de usar anticonceptivos. Los investigadores descubrieron que la pareja tuvo un hijo y se mudó a Crimea ocupada desde la región rusa de Orel. Bykovsky resultó herido en la región de Kherson y, a fines de abril, fue aprisionado cerca de Izyum. «La gente se está volviendo loca», dijo otro militar ruso en una conversación telefónica sobre las atrocidades de su ejército. La palabra «gente» aquí es difícil de aplicar a los ocupantes rusos.
Los casos mencionados son unas gotas en el mar, porque su número aumenta todos los días. Sin embargo, todas las historias de violencia sexual cometidas por el ejército ruso en Ucrania tienen algo en común: intimidación deliberada, uso de la violencia sexual como medio de tortura, violación en grupo, violación hasta la muerte y violencia contra niños y adultos frente a sus familiares, a menudo detenidos por la fuerza. Esto reafirma la opinión de que la violación y otros delitos sexuales cometidos por rusos no son un «efecto secundario» de la guerra o una excepción, sino parte de un genocidio destinado a destruir al pueblo ucraniano.
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Mientras tanto, los ocupantes están tratando de ocultar lo cometido detrás de sus fakes y desinformación. Por ejemplo, el 5 de abril, circularon ampliamente en las redes sociales anuncios de búsqueda de psicólogos para huérfanos violados en Bucha. Sin embargo, no hay orfanato en Bucha, y el contacto mencionado Rusia Dontsova es obviamente ficticio. En otra ocasión, se difundieron falsificaciones sobre violaciones infantiles en las redes sociales en Irpín. A menudo, los propagandistas rusos trabajan según el antiguo esquema: a una foto real con las víctimas le agregan una descripción fake. Con tales ataques de información, la Federación Rusa está tratando de limpiar los crímenes de su ejército en Ucrania y socavar la confianza de otros países socios de Ucrania. Por eso, es importante difundir solo hechos de violencia oficiales y probados para que no pasen desapercibidos en el ruido informativo.
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Los crímenes del ejército ruso en Ucrania impresionan por su cinismo y odio hacia las víctimas. Los violadores todavía creen en su propia impunidad. Sin embargo, Ucrania hará todo lo posible para que todos los ocupantes rusos respondan por lo cometido. Para que se haga justicia, es muy importante denunciar los hechos que experimentaron ustedes o sus personas cercanas contra las fuerzas del orden, personalmente o a través de alguien de confianza.
Para registrar el hecho de violencia sexual, comuníquese con:
– atención médica de emergencia (103);
– policía (102);
– al número nacional para la prevención de la violencia, trata de seres humanos y discriminación de género (0 800 500 335) (desde un teléfono móvil o fijo) o 116 123 (desde un teléfono móvil).
– la Fiscalía General (+38 096 755 02 40), si no es posible ponerse en contacto con el servicio médico y la policía.
Gracias a esta evidencia, Ucrania podrá registrar y comprobar los crímenes ante la justicia y llevará ante la justicia a los criminales de guerra rusos.