Share this...
Facebook
Twitter

Una guerra a gran escala en medio del continente europeo en el siglo XXI llegó a ser una sorpresa para el mundo civilizado. Por un tiempo, los políticos de varios países quedaron paralizados por la incomprensión de la situación, el miedo a la Federación Rusa y la indecisión de ayudar a Ucrania. Sin embargo, cuando la comunidad internacional vio la resistencia de los ucranianos y los crímenes del ejército ruso, comenzó a ayudar a Ucrania con armas defensivas y luego ofensivas. De vez en cuando, incluso ahora, los políticos prorrusos argumentan que un aumento en los suministros provocará que Putin y el ejército ruso emprendan acciones más violentas. Los ucranianos entienden y demuestran al mundo todos los días: para establecer la paz necesitamos armas pesadas. Y esto no puede suceder sin la victoria de Ucrania.

Desde el 24 de febrero de 2022, al menos 50 países se han sumado al apoyo del ejército ucraniano con equipamiento y armamento. Entre ellos se encuentran Australia, Bélgica, Reino Unido, Grecia, Dinamarca, Estonia, Irlanda, España, Italia, Canadá, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Alemania, Noruega, Macedonia del Norte, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, EE. UU., Turquía, Finlandia, Francia, Croacia, República Checa, Suecia y Japón. Y si los líderes de algunos países dudaron en ayudar con armas, después de una visita a Ucrania, donde vieron con sus propios ojos las consecuencias de los crímenes de guerra de Rusia, su opinión cambió. A pesar de esto, según el viceministro de Defensa de Ucrania para Adquisiciones, Denys Sharapov, al 17 de junio, la ayuda de socios internacionales cubre aproximadamente el 10-15% de las necesidades reales del ejército ucraniano.

Liberar la tierra ucraniana de los ocupantes. ¿Quién se opone?

En el espacio de la información mundial circula la opinión de que Ucrania ya está demasiado militarizada y, por lo tanto, irrita aún más a Putin. Es por eso que, por ejemplo, el gobierno húngaro no planea participar en las entregas de armas por parte de Europa, porque teme que esto convierta a los húngaros que viven en Transcarpatia en uno de los objetivos de los ataques rusos. El politólogo estadounidense Ryan Menon, en su desafortunado artículo de abril para The Guardian, predijo consecuencias catastróficas debido al apoyo a Ucrania: dicen que la agresión rusa se intensificará y, por lo tanto, aumentarán las víctimas entre la población ucraniana; el flujo de refugiados aumentará; y Rusia «contraatacará» a los países amigos de Ucrania.

Algunos europeos están preocupados por el aumento de los precios de la energía causado por la guerra, mientras que otros aconsejan a Ucrania que se siente a la mesa de negociaciones y ceda territorio, supuestamente para lograr un final más rápido de la guerra y el advenimiento de la paz. Sin embargo, los partidarios de tal «pacifismo» pasan por alto la causa principal de la guerra: las ambiciones imperiales de los rusos y el deseo de capturar tantas colonias como sea posible.
Alguien está dispuesto a donar, pero solo para necesidades humanitarias, por temor a la militarización del mundo (en particular, tal posición la expresan las feministas europeas, mientras que las feministas ucranianas lo llaman ignorar la realidad objetiva y gozar del privilegio de mantener la neutralidad, privilegio del cuál están privados los ucranianos que quieren mantenerse vivos.

También hay un problema con los fondos de caridad internacionales: el dinero que allí se transfiere no siempre llega a sus destinatarios en el momento adecuado. Una revisión de Humanitarian Outcomes (una organización que ayuda a mejorar el trabajo de las misiones humanitarias en todo el mundo a través de la participación de científicos, tecnologías e innovaciones) mostró que desde febrero, personas de todo el mundo han donado a organizaciones internacionales (UNICEF, Comité International de la Cruz Roja, etc.) 2,15 mil millones de libras, pero el 85% de esta cantidad no ha llegado a Ucrania hasta mayo. La organización explica que esto es causado por la burocracia interna y la anormalidad de la situación. En cambio, las organizaciones locales cubren una gran parte de las necesidades humanitarias en Ucrania, la mayoría de ellas informa periódicamente sobre sus gastos. Por ejemplo, la Cruz Roja de Ucrania ha ayudado a más de 4 millones de ucranianos desde el 24 de febrero. Y la fundación benéfica «Las voces de los niños» ayudó a 6.200 personas desplazadas con kits de alimentos solo en junio. La plataforma de información Support Ukraine Now ha recopilado una lista de organizaciones y fundaciones que ayudan a Ucrania en varias áreas.

Mitos sobre el armamento de Ucrania

Las personas que se oponen a ayudar a los ucranianos con armas suelen apelar a argumentos que en realidad son mitos. Consideremos dónde se separan la causa y el efecto.

«¡El aumento de la ayuda militar a Ucrania enfadará a Putin y su ejército, lo que conllevará a más violencia!»

Esta es la tesis de la propaganda rusa, que intenta intimidar al mundo y obligar a los países a no suministrar armas a Ucrania. De hecho, ayudar al ejército ucraniano también ayudará a salvar las vidas de la población civil: un batallón bien equipado puede proteger un asentamiento, la gente no tendrá que huir de él y, por lo tanto, no tendrá que buscar ayuda humanitaria ni refugio. Se necesitan aún más armas para liberar los territorios ucranianos temporalmente ocupados para que sus habitantes puedan regresar más tarde.

La única arma que conlleva a aún más violencia es la rusa. Y la realidad ha demostrado repetidamente que las tropas rusas pueden cometer crímenes y ataques terroristas contra los ucranianos sin ningún pretexto.

«Putin puede usar armas nucleares. Tenemos que aceptar sus condiciones y resolver el problema a través de negociaciones».

Más de 140 días de ofensiva rusa a gran escala y siglos de historia mundial han demostrado que el concepto de llevar la corriente a un dictador no funciona. Los rusos ignoran el derecho internacional y no respetan sus propios acuerdos: en 2014, la Federación Rusa se apoderó de una parte del territorio de Ucrania, bloqueó las negociaciones y violó sistemáticamente el derecho internacional, incluido el Memorándum de Budapest, en virtud del cual se suponía que debía ser un garante de la seguridad de Ucrania. Los últimos 30 años de historia muestran que Rusia difícilmente podría vivir sin guerras, que ella misma provocó. Y utiliza los acuerdos como una forma de debilitar al enemigo, y no de resolver el conflicto.

En la Federación Rusa les gusta chantajear al mundo – con energía, productos, crisis migratoria – y ahora también amenazan con armas nucleares. Cuando EE. UU. y sus aliados hablaron sobre las consecuencias para Rusia si Putin se atrevía a usarlas, el fervor del Kremlin se calmó.

«No deberíamos ayudar con las armas si no queremos una tercera guerra mundial».

Ahora Ucrania lucha por la seguridad del mundo y de Europa en particular, porque las ambiciones expansivas de los rusos no tienen límites. Rusia amenaza a Polonia con «neutralizar amenazas potenciales» si esta última aumenta la presencia de tropas de la OTAN, y advierte que Finlandia y Suecia podrían convertirse en objetivos militares de Rusia tras unirse a la Alianza del Atlántico Norte. El Kremlin amenaza a Lituania, está dispuesto a «proteger» los intereses de los rusos en Moldova, ignorando la soberanía de otros países y oponiéndose al mundo civilizado. Y teniendo en cuenta la naturaleza híbrida de las guerras modernas, los rusos están tratando de desestabilizar la situación en otros países incluso antes de utilizar equipos militares: a través de la misma crisis energética, propaganda, intentos de influir en elecciones democráticas, etc.

Por lo tanto, al proporcionar armas a Ucrania y acercar así la derrota de Rusia en la guerra de ocupación, otros países están protegiendo su propia independencia, salvando la vida de sus soldados y civiles.

«Esta guerra no afecta al mundo de ninguna manera, es una guerra local».

Las consecuencias de la expansión rusa ya se sienten: el mundo vive una crisis alimentaria provocada por el bloqueo de los puertos ucranianos. Debido al robo de cereales, las minas en el Mar Negro y la amenaza de bombardeos rusos, los países que necesitan alimentos no pueden obtenerlos. Las armas pesadas ayudarán a desocupar territorios (incluídos los campos de siembra) y restaurarán el acceso de los ucranianos a los puertos.

«Los ucranianos no saben cómo usar las armas occidentales».

El ejército ucraniano está rechazando las armas soviéticas y está listo para empezar a utilizar las armas de la OTAN, anunció el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el general Valery Zaluzhnyi, en abril. Aún más: el ejército ucraniano debe recibir armas lo antes posible para lanzar una contraofensiva y liberar los territorios ocupados, y por lo tanto poner fin a la guerra. Para satisfacer las necesidades militares urgentes, el ejército ucraniano puede usar equipos soviéticos, cuyos restos se encuentran en muchos países europeos (según el Wall Street Journal, el Reino Unido compra este tipo de armas para Ucrania en Bulgaria y Eslovaquia).

Los militares ucranianos están motivados y aprenden más rápido de lo esperado. Así lo dijo, entre otros, el comandante de las Fuerzas Terrestres del Ejército de los EE.UU. en Europa, teniente general Frederick Ben Hodges. En algunos casos, los combatientes incluso aprenden los principios de la técnica de forma independiente, sin entrenamiento. Incluso antes de la guerra a gran escala, las Fuerzas Armadas de Ucrania aprendieron alrededor de 300 estándares de la OTAN.

Los estándares de la OTAN
Documentos de la Alianza (alrededor de 1.200 unidades en total) destinados a garantizar la compatibilidad operativa y técnica de las fuerzas de defensa.

Cómo ayudar al ejército ucraniano

La fe en el ejército ucraniano es importante, pero la victoria requiere acción inmediata y ayuda con las armas en particular. Afortunadamente, cada uno puede unirse. Los lituanos recaudaron 5 millones de euros en 3 días para comprar un Bayraktar para el ejército ucraniano. El ejemplo de Lituania inspiró a los polacos, que desde el 28 de junio también están reuniendo fondos para un dron turco para los ucranianos. No es necesario recaudar millones, incluso las pequeñas donaciones acercan la victoria.

– Únete al flashmob de ArmUkraineNow. Los fundadores de la iniciativa creen que toca recordar a los gobiernos de varios países que se unan al armamento del ejército ucraniano. La iniciativa también ayuda a mantener la guerra en Ucrania a la vista de todos y recuerda que los ucranianos necesitan apoyo. Para participar, hay que publicar una foto con el hashtag #ArmUkraineNow.

SaveUAlist es una iniciativa que recopiló todas las respuestas a preguntas sobre las armas para Ucrania, comentarios de expertos mundiales y políticos ucranianos. Familiarízate con las necesidades de Ucrania y no olvides compartir con tus amigos.

– Sal a las manifestaciones, llamando a tus autoridades a apoyar a Ucrania.

– Envía donaciones a la cuenta especial del Banco Nacional de Ucrania para ayudar al ejército.

– Dona a los fondos de voluntarios verificados que apoyan al ejército de Ucrania: Vuélvete vivo, Благодійний фонд Fondo de caridad de Sergiy Prytula, Juntos para Ucrania, KOLO.

– Comparte las campañas informativas, colectas de dinero para las necesidades del ejército ucraniano en las redes sociales y cuéntales a tus amigos por qué es importante apoyar al ejército ucraniano.

El material ha sido preparado por

Fundador de Ukraїner:

Bogdán Logvynenko

Autora:

Sofía Panasiuk

Jefa de redacción en ucraniano:

Natalia Ponedílok

Editorial:

Anastasía Sérikova

Editor de fotos:

Yurii Stefanyak

Administradora de contenido:

Yana Rusyna

Traducción:

Natalia Komar

Edición de la traducción:

Nadiia Vasylchenko

Sigue la Expedición