Razom for Ukraine: protegemos la vida de quienes nos protegen

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Razom for Ukraine (del ucraniano “razom”: juntos) es una organización no gubernamental fundada por ucranianos en Estados Unidos durante la Revolución de la Dignidad, que en los casi nueve años de funcionamiento se ha convertido en una red global de activistas en Estados Unidos, Canadá, Polonia y Ucrania. Antes de la invasión a gran escala, el equipo de la ONG trabajó en una variedad de proyectos: mejorar las competencias de los neurocirujanos ucranianos, defender las necesidades de Ucrania en Estados Unidos, recaudar fondos para el tratamiento de niños con enfermedades raras e implementar programas para los veteranos de la guerra ruso-ucraniana y las familias de los militares.

Desde el 24 de febrero de 2022, los voluntarios se han centrado en proporcionar a los militares equipos de comunicaciones y medicamentos, en la formación de operadores de drones, en cursos de medicina táctica, así como el apoyo psicológico y ayuda humanitaria para las víctimas de la agresión rusa. En este material contamos cómo el equipo Razom for Ukraine consigue trabajar eficazmente en las condiciones de la gran guerra.

Los ucranianos que viven en el extranjero fortalecen constantemente la voz de Ucrania en el escenario internacional y, estando lejos de su país, apoyan el desarrollo de una sociedad democrática en su tierra. Uniendo fuerzas se puede hacer más y es lo que comprobaron los activistas ucranianos en Estados Unidos al fundar Razom for Ukraine cuando Ucrania necesitaba ayuda.

Todo empezó con un grupo de ucranianos iniciativos que vivían en EE. UU. y decidieron actuar cuando en 2013 comenzó el Euromaidan: organizaron transmisiones nocturnas en directo desde la Plaza de la Independencia de Kyiv y se reunían semanalmente para mítines en Nueva York, recuerda la cofundadora de Razom for Ukraine, Lyuba Shipovich.

Euromaidán (Revolución de la Dignidad)
Acciones de protesta de los ucranianos en apoyo del vector europeo de la política exterior del estado, así como contra la corrupción, la arbitrariedad de las fuerzas del orden y las fuerzas especiales. El núcleo de las acciones, que tuvieron lugar en toda Ucrania, fue la Plaza de la Independencia de Kyiv.

— Decidimos que cada fin de semana sería (acción pacífica. — Ed.) en un nuevo parque de Nueva York, que queríamos hacer cada parque de Nueva York sea azul y amarillo. Y organizamos estos eventos.

Y entre semana, los activistas recaudaban fondos, compraban las cosas necesarias para los manifestantes ucranianos y creaban un centro logístico. Más tarde, compraron chalecos antibalas y cascos para los voluntarios del Maidán y siguieron ayudando cuando estalló la guerra ruso-ucraniana en 2014. La misión de Razom for Ukraine es construir una Ucrania próspera y desarrollada. Los activistas trabajan sistemáticamente en diferentes campos, cooperando con organizaciones y personas en Ucrania y en el extranjero.

Tras la invasión rusa a gran escala, los voluntarios pusieron en pausa sus principales iniciativas, y lanzaron un enorme proyecto, ramificado en varias direcciones, llamado Emergency Response (del inglés: respuesta de emergencia). Su esencia es responder a retos urgentes. Este proyecto fue el principal durante el apogeo de la pandemia COVID-19, y ahora su principal tarea es apoyar a los militares y civiles de Ucrania en las condiciones de la gran guerra.

Los voluntarios de Razom for Ukraine se han estado preparando para la ofensiva a gran escala desde finales de 2021, cuando los medios de comunicación informaron sobre la acumulación de tropas rusas en la frontera con Ucrania. A mediados de febrero, los activistas comenzaron a coordinarse con varias organizaciones ucranianas en Estados Unidos, lanzaron una campaña de recaudación de fondos, con lo que consiguieron reunir 2 millones de dólares para ayudar a Ucrania antes del comienzo de la gran guerra.

Las noticias sobre los primeros “golpes” en Ucrania pillaron al equipo durante una videollamada sobre la formación en medicina táctica de las Fuerzas de Defensa Territorial.
Recordando la experiencia de 2014, cuando todos los bienes necesarios para los militares desaparecieron del mercado tras el inicio de las hostilidades, los voluntarios comenzaron inmediatamente a reservar grandes lotes de todo lo que podría ser necesario, dice Lyuba Shipovich:

— Cuando nos enteramos de que los aviones rusos ya se dirigían hacia Kyiv, estuvimos una semana sin dormir. Simplemente, nos pusimos en contacto con todos los fabricantes de equipos de medicina táctica y lo comprábamos todo.

Respuesta a la invasión

Razom for Ukraine sincroniza su trabajo con otras fundaciones ucranianas en el extranjero para no competir, sino reducir el coste de los bienes necesarios debido al gran volumen de compras. Para un uso más eficiente de los fondos, hemos combinado la logística con la Kyiv School of Economics (KSE), Nova Ukraine y Smart Medical Aid. La cooperación con las grandes fundaciones ucranianas es bastante sencilla, a que ellos se centran en material militar, mientras que Razom for Ukraine, según la legislación estadounidense, no puede comprar material militar o de doble uso sin licencia, explica la directora ejecutiva de la fundación Evelina Kurilets:

Artículos de doble uso
Ciertos tipos de productos, equipos, tecnologías, etc. que no están específicamente destinados al uso militar, pero pueden ser utilizados con fines militares o para el desarrollo o producción de armas.

— En realidad, todos nos dedicamos a ámbitos ligeramente distintos. Donde nos solapamos es probablemente en el suministro de drones, pero tanto Come Back Alive como la fundación de Serhiy Prytula se especializan en drones no civiles. Nosotros nos hemos hecho cargo de la parte civil: drones de evacuación, drones de desminado y drones médicos.

No se trata de competencia, porque todos tienen un objetivo común:

— Es como algo único. Es decir, el hecho de que esa grivna no recaiga en mí, sino en Prytula o en otro fondo, no cambia nada: todo va a parar a una misma caja. Y de esta caja se compra todo lo posible para que Ucrania gane y tenga éxito.

En marzo de 2022, la fundación creó el programa RAZOM Grant para apoyar a las organizaciones voluntarias ucranianas que ayudan a civiles afectados por la guerra con alimentos, refugios y con la evacuación. A medida que se acerca el invierno, las zonas de primera línea son prioritarias para este tipo de ayuda.

Según Evelina Kurilets, la reputación de Razom for Ukraine está funcionando en el mundo: personas de diferentes países ayudan a la fundación.

— Ven lo mucho que hacemos, lo rápido que lo hacemos, cómo nos entregamos a ello, por eso confían en nosotros.

En el primer mes de la invasión a gran escala, no hubo problemas con la financiación: estadounidenses, fundaciones y corporaciones apoyaron la causa. Las donaciones oscilaron entre unos pocos dólares y un millón en una sola transferencia, y la donación media fue de 120 dólares. La disminución de los ingresos se hizo notable en el segundo o tercer mes de la gran guerra, lo que actualizó la cuestión sobre el fundraising. Lyuba Shipovich dice que nadie espera tal loco apoyo el que había al principio, pero para evitar que caiga a cero, es necesario comunicar y hacer hincapié en los logros de Ucrania, porque la gente quiere apoyar a los que luchan:

Fundraising (del inglés: recaudación de fondos)
Proceso de recaudación de fondos (de donantes, socios, benéficas) para la ejecución de una determinada tarea o proyecto.

— Al principio, hubo apoyo en respuesta a la conmoción por el ataque a Ucrania. Y ahora, creo, tenemos que demostrar que Ucrania es fuerte, que los ucranianos pueden defenderse, pero necesitamos apoyo técnico, tecnológico y armado. Porque es difícil luchar contra un país que probablemente ha estado preparándose para la guerra durante toda su existencia, mientras que Ucrania se ha centrado en el desarrollo de la democracia.

Es importante que los fondos se reciban regularmente, porque los torniquetes, vendajes y medicamentos son consumibles, que no pueden suministrarse una sola vez. Además, cualquier arsenal militar puede ser destruido por el enemigo:

— Hay que reponerlos (los torniquetes, vendas y medicamentos). Es algo que se necesitará constantemente mientras continúen los combates. Como decimos, la guerra sale muy cara.

Además de medicamentos y equipos, la organización forma a operadores de cuadricópteros para operar en un entorno bélico, así como proporciona drones a los militares. La tecnología que se compra es cara, pero aún más importante es que su uso correcto puede salvar vidas, y es importante que la persona que lo utilice entienda los matices. Lyuba Shipovich explica:

— A pesar de que en Ucrania había bastantes escuelas de pilotos civiles (de cuadricópteros), filmar una boda no es lo mismo que volar a lo largo de la línea del frente o trabajar bajo los medios de la guerra electrónica.

Actualmente, la organización ayuda más activamente a los militares que a los civiles. Esta postura fue adoptada porque los militares protegen a los civiles.

— Creemos que debemos ser proactivos. La comunicación y los drones son cosas que funcionan de forma proactiva, antes de que se produzca el daño. La pregunta es: ¿cómo comunicarse para planificarlo todo y evitar víctimas a gran escala?

Cualquier unidad militar, unidad de la Guardia Nacional, Policía Nacional, Servicio Estatal de Emergencias, hospitales militares y civiles pueden recibir ayuda del fondo. La prioridad de proporcionar apoyo se determina por la proximidad a la línea del frente: la prioridad más alta es para los que están en la zona de combate activo, la segunda línea del frente es la prioridad media, y la prioridad más baja es para las ciudades de retaguardia. Es decir, los pedidos de Kyiv se aceptan si proceden de personas que en pocos días irán al este o al sur del país.

Uno de los nuevos programas de la fundación es “Auto para la victoria”, que busca benefactores dispuestos a donar sus propios coches para las necesidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania o venderlos por un precio simbólico. También recaudan fondos para comprar vehículos para el frente, incluyendo los autobuses médicos.

Los activistas de Razom for Ukraine afirman que las fundaciones voluntarias que operan en el extranjero no siempre comprenden del todo los detalles de trabajar en Ucrania durante la guerra a gran escala. Por ejemplo, para los informes de la organización, es mejor pagar siempre por transferencia, pero cuanto más cerca a la línea del frente, más probable es que el combustible o la reparación del automóvil sólo puedan pagarse en efectivo. Del mismo modo, en tiempos de paz sería más conveniente ubicar el centro logístico más cerca del lugar del que se suministran las mercancías que llegan desde el extranjero, pero el seguro de los transportistas europeos no funciona en Ucrania, por lo que Lviv se convirtió en una solución intermedia para la fundación Razom for Ukraine. Hay muchos matices de este tipo, señala Lyuba Shipovich, que vivió catorce años en Estados Unidos, pero regresó a Ucrania tras unas semanas de la guerra a gran escala:

— Aquí, la gente trabaja en el almacén por la mañana, y por la tarde van a un funeral porque ha muerto uno de sus amigos. Y todo esto hay que tenerlo en cuenta, algo que se percibe claramente y de forma tangible cuando se está en este entorno.

En los primeros días de la gran guerra, el sector público ucraniano asumió gran cantidad de trabajo cuando el estado necesitaba apoyo para hacer frente a todos los desafíos a gran escala que surgieron al mismo tiempo. Tal activa cooperación horizontal en la sociedad, según Lyuba Shipovich, es la manifestación de la viva tradición de los cosacos, así como de la descentralización. El hecho de que en Ucrania no exista un movimiento de voluntarios centralizado es una ventaja, considera la mujer:

— Incluso si acabas físicamente con unos cuantos líderes activistas, eso no hará que el movimiento voluntario desaparezca, porque simplemente no son decenas, sino cientos de miles de personas involucradas. No se puede destruir.

Lyuba Shipovich está convencida de que el voluntariado en Ucrania no comenzó con la guerra ruso-ucraniana. Los activistas se unieron, mucho antes de eso, en momentos importantes de la historia de la independencia: la Revolución en Granito (1990), la campaña “Ucrania sin Kuchma” (2000–2001), la Revolución Naranja (finales de noviembre de 2004–finales de enero de 2005), el Maidán por la Lengua (2012) y las protestas estudiantiles (2013):

— Cada generación de ucranianos tiene su propia ola de este movimiento voluntario y, con las hostilidades a gran escala, ha afectado a casi todas las familias. Todo el mundo tiene, o bien familiares que están en la guerra o que se han visto afectados por ella, o bien conocidos y amigos cercanos. Y esta es la respuesta natural de la nación: defender o ayudar a los que defienden.

Lyuba Shipovich se involucró en el voluntariado al mudarse a Estados Unidos en 2008. Junto con sus amigos estadounidenses, ayudó a las víctimas del huracán Sandy, que azotó Nueva York en ese momento. Ella atribuye la voluntad de ayudar a Ucrania al desarrollo de la filantropía entre los estadounidenses, que comienzan a hacer voluntariado de distintas formas desde la escuela y continúan en la edad adulta. Por ejemplo, en Estados Unidos, la mayoría de los bomberos son voluntarios:

— Los niños crecen viendo a sus padres hacer voluntariado, y eso se convierte en parte de su existencia. Tienes un trabajo, tienes una familia, pero sientes la necesidad de darle algo a tu comunidad.

Lyuba Shipovich ve la ayuda de los estadounidenses a los ucranianos como una manifestación de la misma disposición para la ayuda mutua, solo que a escala internacional:

— Cuando ven una injusticia, se involucran para ayudar.

Según la mujer, las experiencias ucraniana y estadounidense difieren en lo que en Estados Unidos los esfuerzos se dirigen a la comunidad local: mi ciudad, mi distrito, mi calle, mientras que en Ucrania se trata de procesos globales del estado, porque hay un enemigo exterior. Señala que desde 2014, durante los períodos de relativa calma, negociaciones e intentos de cerrar acuerdos con Rusia, se ha podido ver cómo los ucranianos comenzaron a dirigir sus esfuerzos a los grupos locales:

— Probablemente, sea la vida en tiempos de paz, cuando empiezas a cuidar de tu casa, de tu jardín, de tu ciudad. Y cuando llega el peligro, nos unimos como comunidades contra un enemigo común.

Logística y evacuación de civiles

Desde la Revolución de la Dignidad y durante la guerra ruso-ucraniana en el este de Ucrania, Razom for Ukraine elaboró esquemas logísticos para el suministro de ayuda a Ucrania, pero tuvieron que ser revisados tras la invasión a gran escala de Rusia, afirma Lyuba Shipovich:

— Si antes de la gran guerra, los barcos navegaban y los aviones volaban hasta aquí, ahora está claro que es necesario buscar vías a través de otros países.

Ninguno de los empleados de la fundación era experto en logística militar. Pidieron ayuda a principales expertos, pero aquellos hablaban de logística civil, que no funcionaba debido a los cielos cerrados, los puertos bloqueados y los puentes bombardeados. La falta de comprensión de los expertos sobre cómo actuar durante esta guerra puede explicarse con el hecho de que la última gran guerra en Europa fue a mediados del siglo pasado:

— Nadie en el mundo, salvo Rusia, se ha preparado para una guerra terrestre de esta magnitud.

Tuvimos que inventar nuevos procedimientos y mecanismos, tener en cuenta las particularidades de las compras en distintos países y competir con compradores de Rusia y Bielorrusia. Ahora la fundación dispone de su propio sistema ERP para la gestión de almacenes: entregas, procesamiento de pedidos, envíos entrantes en el almacén, etc. Gracias a la automatización del sistema, los managers pueden ver cuándo se ha entregado un envío, recibir documentos, confirmaciones y fotos desde el momento de la recepción. Todos los procesos se ajustan constantemente. Lyuba Shipovich dice que después de la victoria, podrán formar a otros países en logística militar. La mujer evalúa los avances en el trabajo de la organización desde febrero de 2022 de la siguiente manera: hay una gran diferencia entre lo que tenemos ahora y lo que había al principio, pero siguen mejorando los procesos.

Sistema ERP
Enterprise Resource Planning System — sistema de planificación de recursos empresariales.

— Buscando dónde podemos optimizar, ahorrar dinero, asociarnos, a quién podemos ser útiles, qué exactamente y cómo traerlo, qué es más urgente y qué es menos.

Actualmente, la organización cuenta con almacenes en cuatro países: EE. UU., Canadá, Polonia y Ucrania. El equipo del almacén ucraniano recibe la carga, la clasifica y carga dos o tres camiones cada dos días. Según Vitaliy Svichynskyi, jefe del departamento de logística de la organización, diez vehículos están constantemente en la ruta: nueve autobuses y un camión a fecha de verano de 2022):

— No tiene sentido trasladarlo de nuestro almacén a los almacenes de las Fuerzas Armadas de Ucrania, así que preferimos recorrer miles de kilómetros, pero asegurándonos de que realmente va directo a su destino.

Vitaliy Svichynskyi no solo coordina a los especialistas del sistema de transporte, sino que él mismo también reparte las mercancías y, al comienzo de la invasión, evacuó a personas de las ciudades del frente a regiones más seguras. Se unió porque Razom for Ukraine ayudó a su familia a recaudar 2 millones de dólares para una inyección para su hijo con AME:

Atrofia muscular espinal (AME)
Una rara enfermedad genética. Se trata de un proceso gradual, pero irreversible que supone la pérdida de la capacidad de movimiento y, con el tiempo, de respiración. El tratamiento de la AME es posible en la actualidad, pero caro.

— Al principio nuestra iniciativa de recaudación de fondos se llamaba “Dima, lo lograremos” (es el nombre de mi hijo), y luego la transformamos en “Niños, lo lograremos”. La organización Razom (for Ukraine) fue un socio activo de este movimiento social ucraniano.

Después de la invasión a gran escala de Rusia, el proyecto “Niños, lo lograremos” se convirtió en un proyecto de evacuación, porque los niños con AME necesitan tratamiento médico y nutrición especial, así que con el comienzo de la gran guerra, ya no era una cuestión de comodidad, sino de vida. La fundación polaca Fundacja SMA acudió al rescate y se hizo cargo de la mayoría de los niños evacuados.

En los primeros días de la invasión, Vitaliy Svichynskyi trasladó a su familia al oeste de Ucrania y fue a Kryvyi Rih para evacuar a Alisa Shevchyk (una niña con AME) y a su madre Halyna a Polonia. Otras familias empezaron a pedir ayuda, así que durante la mayor parte de marzo, el hombre evacuó a mujeres con niños y ancianos de Severodonetsk, Bájmut, Soledar, Slovyansk, Járkiv y asentamientos en la región de Jersón. Al principio lo hacía en coches, luego en microbuses. En total, Vitaliy Svichynsky logró evacuar a más de quinientas personas.

— En marzo, pasamos más de medio mes sólo dedicándonos a la evacuación, y luego comenzamos a distribuir suministros humanitarios.

Durante algún tiempo, actuamos según el siguiente esquema: allí donde entregábamos la carga, al mismo tiempo evacuamos a la gente para ser lo más útiles posible. Sobre el trabajo de los conductores, Vitaliy Svichynskyi dice que hubo momentos en los que conducían a gran velocidad porque sus vidas dependían de ello. Las rutas eran difíciles por los puentes bombardeados y el peligro de entrar en zona de guerra, había que planificarlas cuidadosamente. Los conductores se ponían chalecos antibalas cuando se acercaban a la línea del frente, porque entendían el nivel de amenaza que pesaba sobre sus vidas:

— Nos ha pasado más de una vez cuando estábamos en un punto, nos alejábamos de él, al cabo de una hora o dos estaba completamente reventado.

En la organización trabajan 14 conductores (a verano de 2022). Viajan de dos en dos, y el segundo conductor desempeña el papel de intermediario: acuerda un punto de encuentro con los militares y se encarga de los documentos. A menudo pasan 14 horas en la carretera; un compañero se encarga de que el conductor no se duerma por fatiga y puede ayudar en caso de lesión.

— Para nosotros, esta es la deuda que tenemos que pagar con el estado todos los hombres que estamos obligados a cumplir el servicio militar. Trabajamos en el ámbito de suministro y abastecimiento. Sí será necesario ir al frente, iremos.

Al cuarto mes, Vitaliy Svichynskyi y su hermano habían recorrido 80 000 kilómetros, según sus propios cálculos. Por el camino, pernoctaban donde era posible: en hoteles, en casas de personas, incluso en iglesias. Ahora intentan llegar sin paradas a la ciudad de Dnipró para pasar la noche. Durante el día siguiente van a los lugares previstos y por la tarde regresan a la ciudad.

— Ahora, por supuesto, conocemos Donbás por dentro y por fuera, todos esos puntos por donde podemos pasar conduciendo, por donde podemos atajar, y lo planificamos mejor. Es por eso que ahora trabajamos de manera más eficiente.

Medicina

Las lesiones y heridas graves son inevitables en la guerra, por lo que es necesario hacer todo lo posible para garantizar que los combatientes y los médicos cuenten con los medios necesarios para salvar vidas. Los botiquines suministrados a los soldados ucranianos y a los médicos militares por Razom for Ukraine contienen únicamente componentes certificados, incluidos torniquetes: los extranjeros SOF, TMT, CAT, SAM y los ucranianos Sich. Un torniquete no certificado es como una ruleta: puede funcionar o no, creando la ilusión de seguridad. El punto más débil de los torniquetes no certificados suele ser el soporte, que puede aflojarse y provocar una hemorragia a la persona herida, explica Evelina Kurilets, directora ejecutiva de la fundación. La organización quiere estar segura de cada botiquín enviado al frente, por lo que tienen claros requisitos sobre su contenido: vendas, torniquetes, esparadrapos, guantes, agujas de descompresión, cánulas nasofaríngeas, tijeras, mantas térmicas, vendajes oclusivos, etc.:

— Lo revisamos, lo empaquetamos y ahora sabemos que este es un buen botiquín que, si Dios quiere, no será necesario, pero que, sí lo es, puede salvar vidas.

Además de todo lo necesario, intentan adjuntar los dibujos de los niños a los botiquines. Los voluntarios dicen que los militares es lo que más agradecen en sus reportajes fotográficos.

Cada botiquín contiene un código QR, que permite ver unas breves explicaciones en vídeo sobre cómo utilizar cada uno de sus elementos. Los voluntarios están contentos: el “boca a boca” funciona, los militares alaban el equipamiento de estos botiquines y aconsejan a sus compañeros que recurran a Razom for Ukraine.

Las mochilas de los médicos militares se forman por separado, que difieren de los botiquines no solo en el tamaño y el número de los torniquetes o esparadrapos, sino también en el conjunto de artículos diseñados para una persona que tiene una titulación médica o ha realizado cursos correspondientes.

Comprendiendo la carga de trabajo de las instituciones médicas que reciben a los heridos, Razom for Ukraine también se ocupa de la medicina hospitalaria. No sólo compran medicamentos, sino también equipamiento. Por ejemplo, una petición frecuente de los médicos es un monitor de paciente, que ayuda a evaluar el estado de los heridos, reduciendo así la carga del personal.

Monitor de paciente
Dispositivo médico especial para monitorear y controlar los principales parámetros fisiológicos de los pacientes.

Tener un botiquín de primeros auxilios no garantiza que sirva de ayuda. Por eso, los voluntarios lanzaron la formación en medicina táctica y, en colaboración con Smart Medical Aid, pusieron en marcha el proyecto “Encendamos corazones juntos”. Su objetivo es adquirir y popularizar las técnicas de reanimación cardiopulmonar entre la población mediante cursos y una campaña educativa.

Debido a la necesidad de responder rápidamente a las peticiones relacionadas con la guerra a gran escala, muchos otros proyectos de la organización tuvieron que paralizarse, pero, según Evelina Kurilets, no pasaron desapercibidos. Una de las iniciativas más exitosas implementadas antes de la gran guerra fue Co-Pilot: neurocirujanos de Estados Unidos formaron a compañeros ucranianos para realizar operaciones que no se habían hecho antes en Ucrania. Por ejemplo, la intervención quirúrgica en caso de epilepsia:

— Estamos contentos porque nuestro trabajo y sus resultados son visibles incluso después de que el proyecto se haya paralizado. Es decir, un médico que ha aprendido a realizar cierto tipo de cirugía continúa haciéndola.

El neurocirujano Mykhailo Lovga estudió en el marco de este proyecto, trabajó con el neurocirujano neoyorquino Luke Tomich en Ucrania y realizó sus prácticas en Estados Unidos. El 24 de febrero, Mykhailo tenía que someterse a una operación, pero la mañana comenzó con explosiones en Lutsk, donde vivía en ese momento. Se cancelaron todas las cirugías programadas, el hospital pasó a un régimen residencial y se preparó para posibles ingresos masivos. Mykhailo escribió a todos los neurocirujanos pediátricos que conocía de distintos países para contarles lo que estaba ocurriendo. Más tarde se convirtió en jefe de cirugía pediátrica del hospital de Lviv.

— Si ahora parece que sólo hay un enemigo, en realidad, por desgracia, hay muchos otros problemas que hay que resolver. Con el inicio de la guerra, las enfermedades no han desaparecido.

El departamento se ocupa de niños heridos con lesiones cerebrales y medulares, pero las patologías no han desaparecido y no todos los pacientes se trasladan al extranjero: algunos no pueden y otros no quieren para estar con sus familias, dice Mykhailo Lovga:

— Nunca hemos tenido mucho tiempo libre, pero últimamente trabajamos aún más intensamente.

El equipo de Razom for Ukraine sueña con crear un centro de epilepsia para niños, porque haya médicos que no sólo puedan diagnosticar, sino también operar y atender a pacientes con esta enfermedad:

— Nuestro objetivo es mejorar al máximo la calidad de vida de cada uno de nuestros niños. Y, por supuesto, si es posible, curarlos por completo.

Mykhailo cree que durante los meses de la gran guerra se han producido cambios positivos en la sociedad ucraniana: la gente se ha dado cuenta de que realmente importa quién es un amigo y quién un enemigo, y se han unido:

— Creo que ha sacudido a los que aún no habían sido sacudidos, por así decirlo. Así es nuestra guerra centenaria, así es nuestro enfrentamiento. De todos modos, alguna generación tiene que acabar con ella. Pienso que nuestra generación es la más preparada para ello.

Centros de apoyo psicológico

La guerra ha traído mucho dolor, cambios difíciles y pérdidas a la vida de los ucranianos. Las personas que antes no buscaban ayuda psicológica ahora a menudo necesitan asesoramiento profesional. Razom for Ukraine cree que los primeros auxilios son tan importantes en salud mental como los primeros auxilios en caso de heridas, así que decidieron no esperar al final de la guerra y lanzaron el programa Razom with You junto con la Rockefeller Foundation. Evelina Kurilets dice que la idea surgió hace tiempo y que llevan mucho tiempo pensando en su realización. Ahora hay tres centros de asesoramiento psicológico: dos en Lviv y uno en Ivano-Frankivsk.

— Para las personas desplazadas en el interior del país, para las madres de soldados cuyos hijos están en el frente, para las esposas o seres queridos que no están en contacto: para que tengan con quién hablar y recibir algo de apoyo.

Las clases gratuitas se imparten offline en dos formatos: en grupo e individuales. Hay una sala de juegos para que las madres puedan hablar tranquilamente con un psicólogo y despreocuparse de sus hijos. A veces los niños dibujan durante las sesiones de grupo, dice Evelina:

— Un psicólogo puede evaluar el estado del niño basándose en estos dibujos, que luego guardamos en nuestros botiquines, en el almacén. Es un ciclo de bondad.

Según Evelina Kurilets, la ventaja de las clases grupales es que los participantes tienen la oportunidad de escuchar las distintas opiniones de los demás, conocerse y comunicarse:

— Incluso las madres que han perdido a sus hijos (¡es terrible!) tienen apoyo mutuo sin salir de las paredes de este centro.

En los centros trabajan profesionales con formación y experiencia adecuadas. Una de ellas es Yulia Burda, neuropsicóloga que dirige el centro “Creo en ti” para el desarrollo de niños con discapacidades y ejerce en Lviv:

— Trabajamos con niños adolescentes, con niños que, por desgracia, han sufrido el impacto de misiles y bombas enemigas, y les ayudamos a reconstruir sus vidas en la medida de lo posible aquí en Ucrania.

Yulia comenta que las personas que han perdido sus hogares y negocios y que no quieren abandonar Ucrania buscan apoyo:

— Siguen planeando hacer algo aquí en Ucrania, porque lo más importante para ellos es estar en casa. Y realmente necesitan este hombro, este apoyo.

Yulia aconseja buscar ayuda profesional y no descuidar el estado cuando resulte difícil afrontar las emociones. El trabajo de los psicólogos ahora difiere del de los tiempos de paz, porque el horizonte de planificación es completamente distinto, nadie sabe de dónde puede venir el próximo misil.

— No sabemos cuánto tiempo nos queda de vida, quizá una hora, quizá otros 10-20-30 años. Pero tengo claro que quiero vivir este tiempo como una persona feliz, con una sonrisa, no con lágrimas. Y este tiempo ha enseñado a mucha gente a no apegarse a su piso.

Evelina Kurilets dice que se dio de baja de los canales de noticias porque recuerda la sensación de los primeros días, cuando se informaba de sucesos negativos sobre los que no se podía influir las 24 horas del día. Unirse a la organización le ayudó a centrarse en tareas concretas y a conocer sus puntos fuertes: evacuar a una persona concreta, suministrar al hospital los medicamentos o equipos necesarios, o planificar una ruta de evacuación:

— Soy ucraniana, soy madre, estoy en mi propio frente. Me da fuerzas para seguir adelante, para creer en el futuro, para hacer planes.

Evelina Kurilets evita consumirse creyendo en la victoria y pensando en el futuro de su hija, que vivirá en Ucrania:

— La vida bajo Rusia… no quiero ni imaginarmelo. Es peor que el infierno. No quiero ese tipo de futuro para mi hija, y haré todo lo posible e imposible para evitarlo.

Para Evelina Kurilets, la sensación de formar parte de una comunidad es importante y valiosa, cuando hasta el asunto más complicado puede resolverse en unas pocas llamadas. Cree que cualquier ayuda es significativa: alguien cuida de sus vecinos, alguien compra un chaleco antibalas para un soldado, alguien clasifica medicamentos.

— Y esto es superimportante, y nos convierte en lo que somos: ucranianos que se preocupan, que no se abandonan unos a otros. Este vínculo es muy importante, y nos ayuda a “rastrillar” y a seguir siendo ucranianos. Esto es lo que nos llevará a la victoria.

Juntos hacia la victoria

A pesar de que varios proyectos de Razom for Ukraine están actualmente en pausa y el equipo está centrando sus esfuerzos en combatir las consecuencias de la agresión rusa y ayudar al ejército ucraniano, la abogacía por Ucrania en Estados Unidos sigue siendo una prioridad. El equipo de defensa ha entablado relaciones con activistas cívicos y funcionarios de ambos países para garantizar que el nivel de apoyo a Ucrania no decaiga y que la comunidad mundial comprenda su interés por la seguridad. Lyuba Shipovich está convencida:

— Los imperios no se detienen. Cuando el mundo se tragó lo de Crimea, fue una señal para Rusia de que podía seguir adelante. Es como un matón callejero: sólo entiende la fuerza, no funciona la persuasión. Es muy importante que el mundo comprenda que las negociaciones no son la forma de resolver el problema en este caso, sino que es necesario simplemente detenerlo, con crudeza, por la fuerza. Tenemos que mostrarles dónde está la línea que no deben cruzar.

Según Evelina Kurilets, uno de los principales mensajes de los ucranianos a la comunidad internacional es que no les pedimos que “pesquen para nosotros”, sino sólo que “nos den una caña de pescar”. Los ucranianos asumen su responsabilidad y arriesgan lo más valioso: sus vidas. No se puede jugar con medias tintas, sino en blanco y negro, cuando Rusia se permite arrasar ciudades pacíficas, lanzar bombas sobre guarderías y centros de maternidad.

Tras la victoria, la fundación planea trabajar con veteranos de la guerra e implicarse en la reconstrucción del país. Lyuba Shipovich dice que quiere ver a Ucrania como un país europeo independiente, fuerte y económicamente viable:

— Creo que tras la victoria no habrá menos trabajo, quizá incluso habrá más.

Según la mujer, el hecho de que los ucranianos crean en sí mismos, en su fuerza y en su capacidad de vencer, les ayuda a seguir luchando:

— La sociedad ya ha cambiado después de que Ucrania no cayera en tres días, como muchos predijeron, incluso entre nuestros socios occidentales. Considero que hubo un punto de inflexión cuando los ucranianos creyeron en sí mismos.

Mientras continúe la guerra, Razom for Ukraine seguirá apoyando al ejército. Lyuba Shipovich está convencida de que todo el mundo debería implicarse al máximo ahora mismo: aprender medicina táctica, recibir formación militar básica y comprar munición con antelación. Todo para poder salir a defender el país en caso de que fuera necesario:

— Nuestro principal objetivo es el mismo que el de todos los ucranianos y el de todo el mundo civilizado: detener al enemigo y recuperar los territorios. Como organización, no podemos suministrar armas, no podemos luchar, pero podemos unirnos para mantener a quienes nos defienden.

El material ha sido preparado por

Fundador de Ukraїner:

Bogdán Logvynenko

Autora:

Sofía Kotovych

Jefa de redacción en ucraniano:

Anna Yabluchna

Editorial:

Kateryna Legká

Fotos:

Petro Chekal

Editor de fotos,

Fotos:

Yurii Stefanyak

Transcripción:

Vitaliy Krávchenko

Administradora de contenido:

Yana Rusyna

Traducción:

Sophia Yakovlieva

Jefa de redacción en español,

Edición de la traducción:

Svitlana Kazakova

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